sábado, 11 de julio de 2015

Brochazos veraniegos.

Mira que soy friki, pero es que hay gente que es mucho más friki que yo. Y es que resulta que me han llegado unos cuantos mensajes diciéndome que si me había tragado un bote de Mimosín o qué., porque hacía mucho que no escribía y preguntándome por unos cuantos montajes en concreto. Y como yo he nacido para el placer; tanto para recibirlo como para darlo, os voy a dar le gusto de resumiros unos cuantos espectáculos de los que he visto últimamente para que os quedéis tranquilos, jeje.




Sí, vi "Daisy", vi "Arrojad mis cenizas sobre Mickey" y vi "Accidens". Sinceramente creo que lo suyo habría sido, si te censuran el uso de animales en "Arrojad...", haber suspendido. Seguir adelante y compartir con nosotros el rebote me parece un recurso fácil y que desde luego parte con la complicidad asegurada. Una complicidad que no necesita, porque más o menos... está claro qué público va a ver a Rodrigo García. Que conste que me enloquece, me mueve, me conmueve, me taladra y me traspasa. Comparto su pota y su rabia. Su pus y su ironía salvaje. Aunque "Daisy" se quedaba algo deslavazada, "Arrojad..." no tiene desperdicio y "Accidens" es una sátira brutal de la tortura, con ese milico fumando mientras su víctima está a punto de morir. Acojonante. Y... empalmo con "El Conde Torrefiel". Lo mismo, me llega, me toca, me mueve y me pone. Su análisis me llega mucho y su punto de vista y de partida me gusta y me cala.




"Green porno" fue un divertimento blanco, naif y párvulo. Sin más interés ni más recorrido que ver a Isabella Rosselini así en vivo y ver que tiene un encanto arrollador y un humor simplón y efectivo. Muy mona ella.




Vimos "Antígona" y vimos "Medea". La versión de Miguel del Arco estaba bien, los actores muy bien, sobre todo Manuela Paso, como siempre, aunque la Machi estaba demasiado plana. Entregada, desgarrada y brutal, pero plana. está igual de mala al principio que la final. Eso sí, el auto-homenaje con el bailecito me pareció fuera de lugar y el grito llanto final... yo diría que "alguien ha visto el "Lear" de la Espert...". Muy chulo lo del globo aunque la puesta en escena en general para mi gusto estaba un poco pasada, me sonaba a antigua. Pero bien. La propuesta de Lima sin embargo no me llegó. Aitana lo da todo, se desgarra y se retuerce, se desnuda, se unta, se reboza, grita y sufre al límite y eso siempre es de alabar y de agradecer, pero... creo que sus limitaciones se evidencian. Vocalmente por ejemplo, está engolada buscando unos graves que no tiene y que resultan demasiado forzados y antinaturales. Reconozco que está entregada al cien por cien y que seguramente sea su mejor trabajo, pero yo con ella tengo una química rara y no me traspasa. No me llega. Eso es problema mio, evidentemente. Y lo de Andrés Lima... eso si que no me gusta nada. Parece un maestro de ceremonias, o mejor dicho, parece el vendedor de la tómbola Cachichi (una tómbola que iba a la feria de Valladolid en la que un señor aburrido cantaba aquello de "¡¡Qué alegría, qué alboroto, a por otro perrito piloto!!" Pues eso, hace del mismo feriante que el "Capitalismo". No me gustó entonces y no me gusta ahora. y por mucho que insista y lo repita, nunca me va a gustar.




No vi "El discurso del Rey". Bueno, vi un trozo, una hora. Y me salí.   

En "Famélica" me aburrí soberanamente a pesar de que el gran Rulo Pardo daba, como siempre, un recital. Soberbio. Él.




"Hard Candy" me dejó tan frío como estaba al principio. Salí como entré. y entre medias tampoco sentí mucho repeluco con nada. vamos, que reconozco el curro, la entrega y la enorme valentía de los atores, especialmente la de Agus Ruiz. Si Julián Fuentes Reta acertó en "Cuando deje de llover" (a mí tampoco me enloqueció, pero sí reconozco que es un gran montaje y que Susi estaba inmensa) con Hard Candy busca repetir el impacto de la  peli pero no le sale. Lo que en lenguaje cinematográfico funciona gracias a sus propios recursos dramáticos y formales, en teatro no funciona. Al menos no conmigo. No me creo la historia ni me conmueve, ni me da grima, ni me posiciona, ni me toca ni me nada. Y Olivia Delcán no me gustó nada. Toda la primera parte está leyendo el texto y no hay un atisbo de emoción ni de verdad. Lee. Y le mal. Se equivoca mucho y está ausente. Cuando empieza la acción parece que entra un poco más en el juego, pero vamos, que ahí está su compañero tirando como puede parriba y dando la verdad y la rabia que ella no tiene. 




"Las ideas" de Federico León me pareció un análisis lúcido y brillante del hecho creativo. Aunque reconozco que la diversión y el buen rollo del principio, se me acabo en algún momento y la fórmula que en un principio me funcionaba, llegó un momento en el que se me agotó. Pero admiro a Federico León por su visión, por su punto de vista, por el sitio desde donde cuenta las cosas y por cómo las cuenta. Grande, grande.

"El triunfo de la libertad" me pareció una tomadura de pelo. Deberían haberlo puesto en el hall de entrada al valle Inclán, así como en plan instalación, y al entrar a ver un espectáculo de verdad, igual le habías echado el ojo un par de minutillos y tan ricamente. Pero soplarte no sé cuántos euros por ver ESO me pareció un robo. Vamos a ver, si sólo son unas luces y unas frases supuestamente trascendentes (aunque en realidad eran de folletín romanticoide que ni Meg Ryan)... si sólo es eso, ¿dónde coño está el hecho teatral? No hay NADA vivo, todo es grabado, no hay un cuerpo, un ser vivo, un movimiento, no hay acción ni hay ejecutante. Es una vídeo instalación y punto. Y encima mala. Y para remate, el concierto de dos horas y pico que era "Hacía un ruido" sin más interés quizá que la pieza final... era para salir del teatro (si aguantabas ese maratón de cuatro horas de vacío y pestiños) y darte al alcohol por Lavapiés. Desde luego habría sido infinitamente mejor opción que esa tarde perdida.




"El sueño de una noche de verano" de Tim Robbins me pareció correcto. vamos, que si montaras un "Sueño..." , lo básico sería hacerlo así y a partir de ahí empezaría la creación. Todo es correcto, todo está bien, todo fluye y ya. Eso sí, la visión de los enamorados es demasiado simplista y los retrata como unos auténticos descerebrados salidos como el pico de una plancha y sin ninguna magia. Eso a pesar de que los actores están brillantes. Todos ellos. En fin, que montaje correcto... y ya.


Y ahora...me tomo un cerve y me pongo con el Frinje.    

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