martes, 19 de diciembre de 2017

Mi top 10 de 2017




No es que me gusten especialmente estos rankings, o las listas de fin de año o los resúmenes de lo que ya ha pasado y por tanto tiene poco sentido. Pero cuando miras atrás, sea por lo que sea y ves experiencias, momentos que te han marcado, te han cambiado y te han hecho mejor, lo justo es nombrarlas, hacerles la ola, ponerles un piso y dedicarles una entrada en tu blog.
Y puesto que este es mi blog y escribo en él cuando lo necesito y sobre lo que me apetece y cuando me apetece, en este top diez voy a hablar de ocho espectáculos. Porque sí. Y de regalo, de otros cinco más. Eso sí, no os volváis Lorcas porque el orden es simplemente temporal. He empezado por enero y llegado hasta hoy. 


"LA VOZ HUMANA"




  El textazo de Jean Cocteau lo hemos visto cientos y cientos de veces. Se lo hemos visto a las mejores actrices, desde Anna Magnani a Amparo Rivelles. Incluso Poulenc compuso una ópera porque es tan demoledor el texto, tienen tantísimo peso las palabras que es imposible no caer en la tentación de ponerlas en pie. Hasta yo, en mis locuras particulares, tengo dos ideas fascinantes para llevar a escena esta "Voz humana". La versión de Israel Elejalde es brillante. Acerca al siglo XXI este drama. Lógico, quizá en estos tiempos de móviles y Black Mirror quede raro lo del teléfono. Elejalde corta, pega, mueve, se carga todo lo de la operadora y las interferencias y va al meollo del asunto. 
Pau Fullana ilumina de forma prodigiosa un espacio creado por Eduardo Moreno. Luces salidas del corazón de la mujer, ella, la sin nombre. Cada foco es un rincón de su corazón, de su tripa, de su abandono o de su coño. Eduardo Moreno cambia la consabida cama por una especia de tumba/escenario brillante y negra. Otro prodigio. Y para rematar Arnau Vilà ha compuesto una música tan terrorífica como los mazazos que suponen esas notas sencillas. Cada tecla del piano es un escalofrío directo a tus intestinos. Ana López viste a la Wagener de mujer acabada, cubierta con una gabardina ajena y tan desvalida como el gatito de "Desayuno con diamantes".
Para seguir leyendo mis reflexiones, PINCHA AQUÍ.


"IN MEMORIAM. LA QUINTA DEL BIBERÓN"




Siempre que hacemos teatro hacemos política. De una u otra forma. Al menos así debería ser.
Tras el golpe de estado de Franco, si España ya estaba dividida, se dividió más. Una guerra entre hermanos, vecinos y amigos. En este espectáculo nos recuerdan lo que ocurrió en 1938, cuando el ejército republicano "reclutó" de manera forzosa a chavales de 17 años, "la quinta del biberón", unos niños inocentes "como los niños de 12 años de ahora".
El punto de partida de este trabajo parece ser que fue una lectura entre el director y los actores de testimonios reales de los supervivientes de aquel horror. Esos testimonios reales unidos al ingente material recabado sobre el tema han acabado por llevar a los escenarios este espectáculo necesario y brutal.  
Un tío de Lluís Pasqual fue uno de esos críos muertos de esa quinta. En su casa nunca se habló del tema. Parece ser que tras analizar los testimonios de los pocos supervivientes hay tres ideas que sobrevuelan todos los relatos: el sentimiento de amistad surgido entre ellos, el miedo que pasaron y una especie de pacto para no hablar de la muerte.

Para leer mi comentario completo, PINCHA AQUÍ


"VIENTOS DE LEVANTE".





El levante es el viento más puñetero. "Destroza nervios, ilusiones y cristales". Es cierto, cuando sopla levante es mejor quedarse en casa y cruzar los dedos para que pase pronto.

Sinceramente creo que en esta ocasión, el alma de este trabajo de Carolina África está compartido. Carlos Matallanas es un origen, un referente y una inspiración casi vital.
Frente al levante lo mejor es cobijarse en casa. Y frente a una enfermedad terminal también. No digo cerrarse, sino buscar calor, sentir calorcito, seguridad, afecto y hogar.
Carolina África es la brillante autora de este texto. También lo dirige. Afortunadamente.
En el texto de Carolina están todos los ingredientes que hacen de este un textazo universal y eterno.
Cuando a un ser humano vivo y sano le dicen que la suerte ha hecho que la enfermedad le toque con su varita cruel, el mundo es posible que se derrumbe. En ese momento puedes optar por dos caminos igual de respetables. Puedes hundirte y no asumir que junto a la vida va pegada la muerte o puedes intentar buscar calor. Puedes optar por intentar asumir que la puta casualidad ha hecho que la célula pocha te toque a ti, que la vida va a tener un fin quizá más programado que el de los demás y que eso no significa que dejes de gozar del sol, de la paz, de un vino, de una puesta de sol o de un beso relleno. 

Para leer el comentario competo, PINCHA AQUÍ



"HE NACIDO PARA VERTE SONREÍR"





Hace tiempo un señor me llamó "Paulino" y "Messiánico", supongo que por mi pasión y admiración descomunal y pública hacia Pablo Messiez. Me da que pretendía ser un insulto o al menos un desprecio. Nada más lejos. Para mí es un honor, un lujo y una constante. Viendo espectáculos como "He nacido para verte sonreír" uno sólo puede reafirmarse en sus creencias. 

El comentario que escribí en su día era realmente jugoso. Puedes leerlo entero PINCHANDO AQUÍ.



"FURIOSA ESCANDINAVIA"





Somos lo que contamos. Cierto. Y fuimos lo que podamos recordar. Y seremos lo que nos recordarán. Una de las grandes obsesiones del hombre es la herencia. El por qué estamos aquí, aparte de por la conjunción de unas células. En cierta forma si somos es para dejar algo, seremos lo que dejemos. ¿Existió un hombre llamado Alejandro de Avellaneda que vivió en 1643? Quizá sí, quizá no. Si nadie le recuerda, ¿existió realmente? Ese afán de dejar algo, aunque sea un recuerdo es nuestra trascendencia. Desaparecer pero dejar una huella, dejar algo detrás. 

El resto de mi comentario lo puedes leer si PINCHAS AQUÍ



"LA CANTANTE CALVA"





Luis Luque vuelve a estar feliz. Y se le nota.
"La cantante calva" es un puritito derroche de optimismo, de brillo y de luz. A pesar de la crítica feroz de un texto intemporal que sigue desnudando y destrozando sociedades. Pero eso se puede contar desde la amargura, desde la sombra, desde la pesadumbre y desde el beige o se pude contar desde el sarcasmo, desde la luz al final del túnel y desde el azul brillante de los calcetines de los protas. Y esta cantante calva del siglo XXI es brillante, luminosa y de colores chillones.


Esto es sólo el principio, PINCHA AQUÍ para leer el comentario enterito. 



"ENSAYO"






Si es que Fernanda tiene razón. La estructura se ha derrumbado. Está hecha añicos. ¿Cómo que cuál? Todas. La pareja, la sociedad, el futuro, el entramado, la seguridad, la paz, el bienestar, la belleza, la comunicación, la creación...

Ahí lo dejo. Puedes PINCHAR AQUÍ para leer el resto del comentario. 




"BODAS DE SANGRE"






Lorca es Dios. 

Punto. El resto lo descubrirás si PINCHAS AQUÍ



Y sería injusto no mencionar "Iphigenia en Vallecas". María Hervás vuelve a dar un recital de naturalidad y espontaneidad acojonantes. Iphi te desmonta, te destroza, te saca los colores y te deja en bragas frente a ti mismo. Imprescindible. 
Como imprescindible es "Tebas Land", un bombón, una historia de amor dolorosa y cruel. Dos personajes heridos, uno de ellos en lo más profundo de su ser, su relación con su padre al que ha matado. Los dos se irán acercando poco a poco a base de sinceridad, falta de pudor, de juicio, de vergüenza, de expectativas y de prejuicios. Israel Elejalde y Pablo Espinosa brillan y piden amor con los brazos abiertos. 
"Espía a una mujer que se mata" es un Chéjov de libro. Un grupúsculo humano está encerrado en un espacio mínimo y van a crear poco a poco un ambiente irrespirable, enfermizo y castrante. Alguna de las mejores y más densas interpretaciones del año: Malena Gutiérrez, Ginés García Millán y la divina Natalia Verbeke junto a la diosa Susi Sánchez. En ese espacio reducido se crea lo que debería pasar siempre en un escenario: que todos los actores recojan, se alimenten de lo que está pasando en el momento y juntos creen una atmósfera. Un prodigio escénico.  
Y dos maravillas venidas de lejos. "TERRENAL, PEQUEÑO MISTERIO ÁCRATA", del maestro Kartun, un MILAGRO con un uso del lenguaje y de la palabra realmente mágico y prodigioso. una OBRA MAESTRA TOTAL. 
Y "RABIOSA MELANCOLÍA", una auténtica partitura sonora en la que notas, palabras, ritmos y sentimientos componen una sinfonía milimétrica. Otra auténtica OBRA MAESTRA.


Este es mi resumen de 2017. En general no ha habido demasiado nivel. Se hace mucho pero se hace poco bueno. O sincero. O desde un sitio honesto, coherente, bello o necesario. Todos queremos contar peor no todo merece ser contado. O al menos, no merece ser contado así. Es difícil que se junten las musas para crear buenos espectáculos ,de los que plantean interrogantes, abren heridas o al menos te cambian la vida. Yo si algo del teatro igual que entré, no me sirve. Puede que me entretenga, pero como el humo de los cigarros esos electrónicos, no me va a dejar huella. Y no estamos como para perder ni tiempo ni ganas. 
Menos mal que siempre hay maravillas, joyas estremecedoras y que te cambian. El teatro debe hacernos mejores. A veces se consigue. Por eso enjaulo mis reticencias a los rankings y las carreras de caballos y agradezco a estos espectáculos por haberme hecho mejor ser humano. 

A estos y a "El lunar de Lady Chaterley", a las "Tres hermanas" de Raúl Tejón, a los "Placeres íntimos" de Martret y a los grandísimos espectáculos de danza, música, zarzuela, ópera y circo que he gozado. La danza y el circo sobre todo, los grandes olvidados, de los que nadie se preocupa y que crean algunos de los momentos más mágicos y creativos del año. La danza, la música y el canto salvan el mundo. Y yo vivo para ser salvado.