lunes, 18 de abril de 2016

La fiesta. Cineteca, Matadero.

Jorge Muñoz dirige este texto de Spiro Scimone adaptado por Álvaro Vicente en la Cineteca del Matadero, un espacio poco habitual que casi sólo se usa durante el Frinje y en contadas ocasiones. una lástima, porque es muy cómodo y deberían explotarlo un poco más.
Director y actores fundaron "La Lechería", productora cuyo primer trabajo es "La fiesta". 




Desconozco el texto original, pero confieso que esta adaptación de Álvaro Vicente es brillante. El texto tiene de todo, buen ritmo, intriga, tensión, complicidad, morro, crueldad, tristeza, nostalgia y amargura por todas partes. Todo cubierto de un barniz como resquebrajado, como si fuera una mesilla de noche barnizada sobre la que se han caído cien vasos de agua y ese barniz de los años 50 se ha levantado y está cuarteado. Como la realidad, como la vida, como la monotonía o como el hastío. Porque es hastío es viejuno, es gris y es frío. 
Pareja que no se soporta. O pareja que lleva demasiados años juntos y han pasado ya por todo. Ahora, hoy, se tiran puyas como cualquier día, se disparan a matar como cualquier día, y se envenenan mirando la espalda del otro como cualquier día. Lo malo es que hoy es su aniversario. Y claro, hay que celebrarlo, porque quieras que no, con quien vives es con el otro y eso es por algo. Ellos se hieren, se disparan y se respetan lo justo. Él es cruel, malo, hiriente, chabacano y sucio. Pero es que ella también se las trae. Mala perra que las tira en cuanto tiene ocasión y que se capaz de torturar a su marido en cuanto puede y de descojonarse de las desgracias del pobre. Porque lo del perro... vaya tela. Mal, mala. Y Juan... es clavadito a su padre. Hasta dice prácticamente sus mismas frases. 
Pero es normal, y ahí aparece el drama y lo más cruel de la situación. Ellos llevan muchos años juntos, quizá demasiados y seguramente deberían haber puesto fin a su aventura hace tiempo, antes de empezar a hacerse daño. Pero es que en el fondo se quieren, o se necesitan o se han acostumbrado el uno a la otra. El caso es que se rechazan tanto como se necesitan. Por eso él le pide que la tarta sea de fresa, "como a ella le gusta" y por eso bailan esa danza de la muerte tan trágica como demoledora. Una imagen de esas que gracias a los actores, a la mano de Jorge Muñoz, a unas preciosas luces y a una escenografía del propio Jorge Muñoz se quedan clavadas en la retina. Un espacio, esa cocina, reducto, metro cuadrado de odios y rencores. No caben ni la felicidad ni el sosiego. Coño, si casi no cabe ni una silla.  
Esta pareja que puede ser la de tus padres, o la de tus abuelos, o la de esos vecinos que se gritan por le patio reflejan la vida detrás del muro de cualquier vivienda, son la vida misma, son el cansancio o la tristeza de una convivencia ajada y muerta en vida hace mucho.  




La madre la interpreta Marta Betriú y el papel de marido se lo reparten entre Jorge Basanta y Carles Moreu. Yo vi a Carles y debo decir que aunque el padre me recordó a ratos a Manuel Alexandre, las composiciones que hace de los dos papeles son asombrosas. Desgraciadamente no conocía a este maravilloso actor y confieso que me he quedado prendado de su forma de trabajar, de su relajación y de su exhaustividad en le trabajo. ¡¡Chapeau!!  

Si tengo que ponerle algún "pero" es quizá que las edades de ellos me resulten... raras. Se supone que celebran sus 20 años casados y por lo que se dice... deberían tener unos cuarenta y pocos. El hijo tiene veinte y el padre sale a trabajar más o menos "habitualmente" (más bien menos). Sin embargo tanto por cómo están, como por lo que les pasa y por el nivel de desintegración que tienen, parecen más bien una pareja de casi jubilados o de jubilados sin casi. No sé, por un lado podría asegurar que están en torno a los cuarenta y pocos pero por otro lado veo a una pareja y unas situaciones de una pareja mucho más mayor.




En cualquier caso, debéis ir a ver "La fiesta" sólo por ver esta pieza neorrealista y dura, triste, amarga y seca, envuelta en el celofán de la comedia y con un buen trabajo tanto de dirección como del grandísimo Carles Moreu. Brillante.      

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