lunes, 9 de diciembre de 2013

30/40 Livingstone. Teatro de La Abadía




Estaba lleno. Sí, creo que sí. O casi. Jorge Picó es un gran actor, con un buen control corporal y con una gran capacidad para la tragicomedia. Sergi López está encantadísimo con su barriga. También está encantadísimo consigo mismo y se cree muy gracioso. Está pasado, pero pasado, pasado. Los chistes sobre la alcaldesa, Urdangarín y los sobres están metidos con calzador. 
Poco más tengo que decir. Se supone que es la historia del hijo de un juez que lo deja todo y se va a "buscar". A buscar algo que no sabe lo que es. Vale, hasta ahí bien. Pero todo es un cúmulo de gestitos, saltos y exhibiciones de hiperactividad. Intentos desesperados y gritados de ser gracioso. Chistes obvios con mensaje que no pueden estar más forzados ( y mira que cualquier crítica contra el gobierno y la alcaldesa me gustan) y poco más. Hora y pico que yo iba deseando disfrutarla y que a los 3 minutos noté que no tenía nada que ver conmigo. Igual es que yo soy soso como el agua de la berza, pero te juro que no, que me parto el culo a ná que me hagan y que me descojono con el anuncio de la lotería.
Seguramente seré el único al que esto le haya parecido un horror y me ganaré más odios aún, pero, es lo que hay.

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