Estamos
invadidos por las Navidades, Raphael y Montse ya han hecho su trabajo,
el Almendro nos ha devueltos con los nuestros (es un decir) y el
espíritu del buen rollito por un día y una noche nos ha aprisionado. Y
como yo soy más simple que el asa de un cubo, me voy a dejar llevar por
el subidón dulzorro del turrón (que odio) y voy a hacer un recorrido
pasional y apasionado por los hitos que han marcado mi año cultural.
Ópera.
El
año ha sido irregular. De lo malo, por una vez no voy a habar. De lo
bueno, evidentemente tengo que destacar por encima de todo la presencia
de Carmen Solís en mi horizonte. Lo he dicho y lo he repetido de todas
las formas posibles. Es una personalidad única y una de las voces más
maravillosas que se han podido escuchar nunca jamás. Canta parriba y
canta pabajo como si fuera lo más normal del mundo. Sube y baja con una
facilidad innata que no se ve todos los días. Os lo llevo avisando desde
hace tiempo. Quedáos con este nombre y el que no la conozca, que lo
haga desde ya. Así podréis presumir, cuando Carmen alcance el lugar en
el Olimpo operístico universal que le corresponde, de haber sido de los
primeros en conocerla. Está todo el día pacá pallá por el mundo, porque
ya se la disputan, pero llegará un día merecido en el que la
programación de los coliseos se ditinguirá por contar con Carmen Solís
para uno, dos o tres montajes al año.
Danza:
Por
encima de todo, quiero destacar el trabajo y los resultados de mi
adorada Compañía Nacional de danza. José Carlos Martínez está llevando a
la CND a unos niveles tanto de calidad como estilísticos que nada
tienen que envidiar las grandes compañías internacionales. Queda
muchísimo por hacer, está claro, sobre todo, seguir acercando la danza
al gran público, que deje de parecer un arte elitista. Pero el nivel de
excelencia de la compañía es brutal e indiscutible. Y encima está ahí,
currando como un descosido y brillando en cada gesto suyo, mi idolatrado
Isaac Montllor. No se puede pedir más.
Y
como no, Provisional Danza. Yo lo de Carmen Werner, todos sabéis que es
debilidad absoluta, tanto su morro, como su arte como su concepción de
la danza, de la expresión, del privilegio de estar en un escenario. Su
concepto del cuerpo y de su manipulación artística. Un gusto de artista y
un ejemplo. Y mi José Luis Sendarrubias, que no puede ser más artista. Y
encima le hemos podido disfrutar en "Montenegro" demostrando lo que yo
siempre he dicho, que encima de un prodigioso bailarín, es un peassso de
actor.
Autores y directores:
Tengo
que destacar dos descubrimientos particulares de este año. No descubro
nada, además de que se trata de dos seres que llevan muchos años
currando. Pero yo los he descubierto este año y su impacto e influencia
creo que me acompañan todos los días.
Pablo
Messiez apareció en mi vida como de puntillas. De "Return", aparte de
la presencia de Chevi Muraday y de Marta Etura, flipé con los textos. Me
estremecí con la visión del amor en todas su variantes. Sólo alguien
muy sabio o alguien muy experimentado o muy inteligente es capaz de
describir con esa inteligencia el amor y sus variantes. Luego "Las
plantas", uno de los milagros del año (no lo vi el el Fringe, lo vi en
la cervantina). "Muda", otro de los milagros (van dos de San Pablo
Messiez), "Cenizas", "Las palabras"... no se puede pedir más. Cada
palabra que sale de su pluma me vuela directa al corazón, no he sentido
tanta comunicación con ningún autor, es como si escribiera directamente
para mi alma. Siempre que hablo de sus trabajos los llamo "Carta de San
Pablo al resto de los humanos" y es que alguien con esa capacidad para
ahondar en el alma del ser humano, por fuerza está por encima de la
realidad.
Y mi Luis Luque.
Sus
trabajos con Narros, "La escuela de la desobediencia", y los prodigios
bestiales "Ahora empiezan las vacaciones" y "Diario de un loco". Si los
anteriores fueron años de formación creativa, me da que este 2013 ha
sido el año de reventar a crear. Yo hay algo que valoro muchísimo en un
director, y es que aparte de orquestar todo el material, entender y dar
su punto de vista, me de su toque personal. No tiene que ver con que lo
haga todo igual, al contrario, necesito un toque de autoría. Eso sólo se
da cuando se comprende al 100% el texto, se ama ese texto, y se tiene
totalmente claro. Entonces es cuando se nota una mano maestra en el
aire. Existen los directores eficientes, existen los directores que ni
lo huelen, los buenos directores, existen los directores buenísimos y
luego existen los DIRECTORES con mayúsculas que son lo que yo admiro, de
los que uno aprende como espectador y que son los auténticos
responsables de la magia de lo que ves. Este año ha habido espectáculos
de grandísmos directores, pero directores de los tocados por la mano de
la musa, los que deberían pasar a la historia como creadores, los
realmente responsables y magos son muy poquitos. Y yo tengo a un par
este año. Sin lugar a dudas, el olimpo, mi olimpo, lo ocupa don Luis
Luque, el mayor y mejor artista creador inteligente y sensible. Si mi
capacidad para describir sus virtudes fuera lejanamente parecida a su
capacidad creadora, sería feliz, pero por supuesto, ni me acerco
remotamente.
Actores:
Aquí
empiezo a meterme en terreno pantanoso. Me explico; he descubierto a
actores prodigiosos, a actores brutales, a actores que me han llegado
muchísimo, a actores que me han hecho llorar, a otros que me han
desgarrado y a otros que... no sé, que si volviera a nacer querría tener
un 10% de su carisma y cualidades. Mitos a los que admiraré eternamente
y con los que, si algún día consigo tener delante y mirarles a los
ojos, seguramente, el cuerpo solo me pida quedarme callado, decir
polladas y echarme a llorar de la intensidad de la emoción. NO hay nada
que valore más que a un gran actor/actriz. Sé lo difícil que es ese
trabajo, lo sacrificado, lo peligroso, lo arriesgado y lo desgarrador
que puede llegar a ser. Por eso no voy a destacar a ninguno, solo a uno
pero por un amor especial. En mi saco de prodigios y mitos meto a lo
mejor del año y seguramente de muchos años. Mi Fran Boira, mi Raúl
Tejón, mi Javier Ruiz de Somavía, mi Alberto Velasco, mi Carlos Tapia,
mi Israel Elejalde, mi José Luis Sendarrubias, mi Carlos Pinedo y por
encima de todos ellos, no por nada, sino por electricidad personal no sé
por qué, mi grandiosísimo José Luis García Pérez.
Actrices:
Pues
lo mismo que he dicho con los actores pero ahora para ellas. Las que
voy a nombrar son actrices que han bordeado la perfección, que se han
movido en terrenos espinosos, en arenas movedizas emocionales. El curro
de actor es jodido. Si buscas la verdad (que es tu obligación), la
implicación emocional debe ser radical, la exploración interna profunda y
comprometida y el resultado, cercano, espontáneo, casual, natural y
orgánico. Todas ellas son mis diosas de la naturalidad, del trabajo
preciso y profundo, de la pasión por su curro y del amor por lo que
hacen.
Ha
sido mi año de mi Fernanda Orazi, de mi Marianela Pensado, de mi Nuria
Gallardo, de mi Esther Ortega, de mi Inma Cuevas, de mi Rocío Calvo, de
mi Lola Casamayor, de mi Ana Rayo, de mi María Hervás, mi diosa Kiti
Manver, de mi amada Raquel Pérez, diosa y zarina del arte y por encima de todas también por química personal, mi santa
Estefanía (de los dioses ) y de los Santos. Admiración eterna, fanatismo
exagerado y pasión y devoción de por vida a todas ellas.
Espectáculos:
Tengo
que destacar finalmente una listita de mis espectáculos preferidos, con
los que más he gozado, los que más se acercan al teatro que a mi me
gusta, en el que creo y el que amo.
Ping
Pang qiu, Recortes, Ahora empiezan las vacaciones, Las plantas, Sagrado
Corazón 45, La copla negra, Muda, La función por hacer, Sleep no more,
MBIG, Lo único que necesita una gran actriz es una gran obra y las ganas
de triunfar, Las heridas del viento, Cerda, Cru, Vaca y por encima de
todas, lo que más ha revolucionado mi alma este año, mi idolatrada hasta
lo enfermizo "Diario de un loco".
En
fin, que para mí el teatro es lo que me mueve el alma. Para arriba,
para abajo, a veces hacia adentro e incluso otras veces hacia afuera.
Pero me la tiene que mover. Se hacen muchas cosas, se llevan adelante
bastantes, se estrenan muchísimas, te cobran por todas, todas merecen el
respeto del trabajo hecho, del esfuerzo puesto y del coraje y la suerte
de poder estrenarlas. Pero no todo es bueno, e incluso a veces no todo
merece demasiado aplauso, y en contadas ocasiones crees que lo que ves
poco tiene que ver con el teatro, al menos con el que yo amo y lo que yo
creo que es el teatro. Pero el acto de ir a una sala, la luz
apagandose, el comienzo del ritual, las emociones volando por la sala,
los silencios, los temblores, los sufrires, los llorares, y el salir con
el corazón estremecido, es y seguirá siendo un acto único e
irrepetible, No te lo puedes descargar. Seguirá vivo siempre. Siempre
que haya magos que nos lo ofrezcan y público ansioso por sentir. A pesar
de los ineptos terroristas culturales que tenemos como ministros. Pero
es que le teatro es del pueblo, señores, y el pueblo lo mantendrá vivo,
porque el arte y el teatro nos hacen vivos. Y a mí, la capa de "Diario
de un loco" me hace volar.
Aquí podrás leer MI opinión sobre los espectáculos que voy viendo. Insisto en que es MI opinión, nada mas. No pretendo adoctrinar ni tener razón. Únicamente te contaré MIS razones para amar o amar menos lo que vaya viendo. El teatro son gustos y aquí leerás los míos. No soy crítico, solo necesito contarle al mundo el porqué de mis amores. Lo que puedes leer aquí es lo que yo he sentido al ver estos espectáculos. Ni más ni menos que mis sensaciones. Si a alguien le sirven, estupendo.
domingo, 22 de diciembre de 2013
Resumen 2013. Mis amores y pasiones.
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Siempre interesantes tus artículos.
ResponderEliminarFeliz 2014.
Un abrazo.