viernes, 14 de marzo de 2014

Retrato de familia. La Trastienda.

Haber estado otras veces en La Trastienda y haber salido encantado es jodido, porque esperas que te guste todo lo que veas allí. Y "Retrato de familia" no es que no me haya gustado, pero no me ha vuelto loco. 
Lo que siempre es peligroso es que el autor sea el director y el prota. Tener una "visión" desde fuera está bien. Y una visión profesional y que se encargue de eso, no vale la opinión de los amigos o de la gente cercana. Quizá sea lo que le falta a este espectáculo. Un ojo objetivo que solucione o gestione mejor las carencias.
El texto de por sí ya tiene lagunas. Este grupo humano y animal tiene relaciones interesantes, unas más que otras, pero en general va deambulando por terrenos indefinidos que le restan fuerza. SPOILER.



El perro por ejemplo me sobra. No me aporta nada, ni una visión alejada de los humanos ni un punto de vista distinto. Y las relaciones entre los miembros y miembras de esa familia tampoco están muy centradas. Está claro lo que le pasa a él desde que aparece. Lo que no está claro es el por qué de su forma de relacionarse con el resto. Va y viene de estado de ánimo y de código con sus hermanas un poco porque sí. Y la hermana mayor también va y viene porque sí. Se apuntan cosas pero se olvidan. Se insinúan otras pero se consumen por el camino. Es demasiado vago todo. Lo que pretende ser duro, simbólico y suavemente delicado y estremecedor se queda en atisbos. 
Los actores tampoco ayudan demasiado. No terminan de darle la fuerza que pretende el planteamiento. Aparte, el otro día hubo muchísimos fallos de texto y eso, claro, te va enfriando cada vez más. 
En fin, una historia con un fondo y unas intenciones interesantes pero que se queda a medio camino de todo. Una lástima. Bueno, siempre según mi opinión, que no deja de ser una.

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