Hay espectáculos que son imprescindibles y que deberían marcar historia. Como "Las plantas" de San Pablo Messiez con Estefanía (de los dioses) y de los Santos, o como "Diario de un loco" de San Luis Luque, con Don José Luis García Pérez. Milagros escénicos que se dan pocas veces. Y luego hay auténticas "liturgias" como "Lo único que necesita una gran actriz..." de (curiosamente) Vaca 35.
Espectáculo multimedia-cyberpunk-terapéutico que dirige e interpreta el monstruo de Alberto Velasco.
Alberto, o la vaca, no sale del armario, sale de una nevera. Casi como en un parto. Y comienza el dramón. Y la guasa. Y la ironía. Y la catarsis.
Alberto hace de todo, baila, sufre, ríe, susurra, grita, pega, escupe, y trasgrede con una sabiduría y un control que servidor, se quedó tan mudo como la "Muda" de (otra vez) San Pablo Messiez.
El espectáculo es cruel, y pasa por una especie de trayecto vital que va desde ese parto neveril a una especie de primera comunión cruel (tras pasar por una confesión maternal) con el muñeco reflejo de sí mismo, al que obliga a zamparse el pastelón de merengue para luego darle una somanta palos que te cagas por habérselo comido (la vida misma, uno se autoflagela a sí mismo por cosas que uno mismo se ha permitido), sigue por una especie de escena de amor igual de cruel y de trágica (el baile con el maniquí y los gritos de "quiéreme") y acaba ya no en una muerte, sino en la muerte de un sueño de normalidad, o si me apuras, en un apocalipsis total.
"Vaca" tiene unos años, y si todavía no lo has visto, TIENES que correr a verlo. Es de una dureza y una crueldad como pocas veces se ha visto. Y triste. Porque luchar desde dentro por cambiar una sociedad entera y ceder a la imposibilidad de hacerlo, es duro. Esta función sólo puede hacerla Alberto Velasco. Y no porque esté gordo. Sino porque lo que cuenta le sale de dentro en una especie de catarsis vomitada que sólo consiguen los actores integrales. Y me la pela si lo que cuenta es o no es autobiográfico. Lo que sí tiene son dos cojones para hacer lo que hace y contar lo que cuenta.
Ah, el momento apaleamiento de la cesta de frutitas y verduras... sublime. Y como buen vallisoletano... lo de los "torresnos" me llegó al alma. Y al estómago!!
Aquí podrás leer MI opinión sobre los espectáculos que voy viendo. Insisto en que es MI opinión, nada mas. No pretendo adoctrinar ni tener razón. Únicamente te contaré MIS razones para amar o amar menos lo que vaya viendo. El teatro son gustos y aquí leerás los míos. No soy crítico, solo necesito contarle al mundo el porqué de mis amores. Lo que puedes leer aquí es lo que yo he sentido al ver estos espectáculos. Ni más ni menos que mis sensaciones. Si a alguien le sirven, estupendo.
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