miércoles, 5 de febrero de 2014

Una vida robada. Fernán Gómez.

Hay veces que vas a ver algo ya con el culo apretao porque te hueles el fiasco. Pero hay que reconocer que tener entre manos un tema como el de los niños robados, la puta sor María y todos esos dramas de monjas malas, curas peores y médicos matables y cargártelo haciendo un melodramón barato que no sirve ni para una fotonovela, tiene su mérito. 
La historia, escrita por Antonio Muñoz de Mesa, que ya de paso también lo dirige, es de estas cosas que te las ves venir a los dos minutos de empezar. Sabes perfectamente lo que pasa y lo que va a pasar. Y ya no es que la cosa pierda interés, que lo pierde, sino que lo que ves que va pasando es soso, está mal contado, no tiene nada que te enganche, te suena a sabido, y sobre todo, desperdicia la ocasión de hablar de este tema terrorífico con un mínimo de seriedad. Este drama es tan gordo y tan brutal que no se puede desperdiciar tratándolo como si fuera un melodrama de telefilm de tercera. No sé si busca la lágrima fácil o qué busca, pero desde luego se queda en un pseudointento de algo, con el agravante de pensar que la gente es tonta, y que con dos de pipas, nos íbamos a emocionar. El escaso público que había ayer, estaba compuesto en su mayoría por señoras entradas en años, en muchos años, que ni se inmutaron. Si os cuento los comentarios de mis vecinas de butaca fliparíais. Pa que luego digáis que soy mu bestia. 



Hubo una cosa que me gustó. No, miento, dos. Una, la cojera de Ruth Gabriel, que se la tenía bien currada. La otra, el detalle de hacer desaparecer las cosas de la estantería en los fundidos. Notaba que algo pasaba y me dí cuenta bastante tarde, señal de que estaba bien hecho.
Asunción Balaguer está... Asunción Balaguer. Muy rica, muy mona. Te la comes de encantadora. Carlos Álvarez está bien. Ruth Gabriel está bien y Liberto Rabal está mal. Soso soso soso, deambula por el escenario con los brazos colgando. Está claro que sabe lo que dice (tampoco es que sea Pinter, pero bueno) pero lo dice muy mal, y físicamente está envarado, tieso y absolutamente fuera de tono. Y tiene un pelo muy raro, no sé qué le pasa... Eso si, si yo fuera él, denunciaba al que le haya hecho el vestuario, porque desde luego más horroroso no le han podido vestir. Si el polo del principio es horrible, el pantalón ya ni te cuento, y las camisas que saca luego son que ni del Venca. 
Vamos que un espanto, y lo peor de todo es que hayan desaprovechado la ocasión de hablar de un tema tan trágicamente doloroso y hayan hecho este melodrama descafeinado. 

2 comentarios:

  1. Pues lo siento de verdad. Sobre todo por Ruth y por Asunción, a las que adoro. Además Ruth fue hija mía durante 4 años. Jajaja!

    Lo de Liberto no me extraña.

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  2. Si ellas están bien, es el texto, es la función en general. Una lástima. Es verdad, no me acordaba de que fue tu hija, jajaja. Besicos, maestra.

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