lunes, 3 de febrero de 2014

Brokeback Mountain. Teatro Real.

Yo es que soy como Chus Lampreave en "Mujeres..." y, como las testigas, tampoco puedo mentir. Ya me gustaría, ya. Pero es que después de haber visto "Tristán e Isolda" el otro día, lo "Brokeback Mountain" es como salir de probarte un abrigo de Kenzo y luego ponerte un pantalón de los chinos. 



Musicalmente la partitura de Wuorinen no tiene ni una sola nota que vaya a pasar a la historia de la música. Si no, al tiempo. Ya veremos en cuántos teatros se programa esta Ópera en los próximos 50 años. Plana, sin un solo momento matizado. No hay romanticismo, ni delicadeza, ni pasión, ni drama. Una sucesión de notas, casi siempre contrarias a lo que estaba diciendo el texto y la acción. Y nada de pasión. Esta partitura, como la de "Ainadamar" o la de "The perfect american" va a pasar al olvido ya mismo.
La orquesta la defendió como pudo y no sonó mal. Desde luego Titus Engel sacó el máximo partido a esa partitura sosa como el agua de la berza. 
La escenografía, fea con avaricia. Los vídeos... bueno, vale, pero ya está. Las tiendas de campaña, pobres, la caja blanca, horrorosa y con las luces más horribles que he visto en años. La escena de los trajes de novia, aparte de sobrar totalmente, puesto que no aporta absolutamente nada, es fea y está mal movida. Y ya lo de las casa con los muebles por ahí en medio, era como un pasillo de Leroy Merlín. Con los muebles tan bien colocados, que mi acompañante no vio la mitad de lo que pasaba, porque la ducha tapaba la cama y el taquillón tapaba la mesa. Un desastre. Además, podían haber aprovechado ese mobiliario para marcar la diferencia entre los personajes y su estatus. Peor no. Las casa eran absolutamente iguales. Un horror, vamos. Y el final, con la camisa que sube al cielo... no tengo palabras.
Nos guste o no nos guste, y opine lo que opine la escritora, la referencia que tiene todo el mundo es la peli. Ni siquiera hay otra versión de esta ópera que pueda servir de referencia. La única referencia que hay es la peli. Está claro que son dos lenguajes diferentes, pero el nivel de emoción y de sensibilidad y dureza que hay en la peli, aquí no están ni remotamente. En la peli todo funcionó, aquí, pa mi gusto, no funciona nada. Pero nada de nada. O sea, nada. Cero. Nada. Nothing.



 Daniel Okulitch está más preocupado por parecer duro que por cantar. Se mueve por ahí como imitando a John Wayne pero con los brazos colgando, metiendo tripa y poniendo cara de duro. Pero no. Cantó regu, y desde luego no tiene graves. Se le quebraron absolutamente todos. Aunque en las notas medias, pues vale. Tom Randel no tiene agudos. Estupendo, un barítono sin graves y un tenor sin agudos. Tom es bastante mejor actor que su compañero pero peor cantante. Así que la media es justi justi. El resto se mueve entre la corrección de Heather Buck al... mejor me callo de Hilary Summers.
¿Qué más, qué más...? Creo que está todo. Yo, que soy Mortieriano a muerte y me parece que el trabajo de Mortier en le Real ha sido fabuloso, creo que con esto ha metido la pata. En realidad creo que ha acertado programando, pero ha metido la pata con las producciones nuevas. Al menos con "Ainadamar", "The perfect american" y este "Brokeback Mountain".  Pero mira, chico, siempre nos quedará "Alceste".  

3 comentarios:

  1. Me has dejado sorprendido; aunque te creo por lo que supongo independencia de criterio (tu estilo es directo y muy fresco, coloquial casi, perece que escucha uno a un amigo de toda la vida) pero como uno ha oído y leido las criticas y todos se hacian lenguas, yo, aquí en Cádiz q no puedo opinar de primera mano agradezco tu critica, ¿demoledora? porque no.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Pedro. Gracias por el mensaje. Te aseguro que soy un acérrimo defensor de Mortier y nada me habría gustado más que haber gastado los euracos que te soplan por una Ópera en el Real el algo mejor. Pero sinceramente no me gustó nada. Como par todo hay gustos, me parece divino que a grandes críticos, evidentemente mucho más sabios que yo, les haya gustado. Tampoco me ha parecido ver grandes pasiones. Yo habría preferido que me gustara, pero no. Mi cirterio es independiente, sí, y me temo qeu con críticas como esta, cada vez tendré menos amigos. Pero es lo que tenemso las testigas,. jajaj

    ResponderEliminar
  3. Que va, que va; odio el borreguismo y agradezco este tipo de criticas. Como con la peli lloré de emoción (soy llorón) me hacia ilusión que la opera fue un hito. Ah y siempre que pueda te leeré, me gusta tu prosa

    ResponderEliminar