Segismundo sueña.
Adueñarte del texto de Calderón para destrozarlo y meter palabros y expresiones tipo "treding topic", "crowfunding" o "hastag" y ya está me parece casi un delito. Este texto que han presentado no tiene gracia, es una especie de panfleto como político o no sé qué que no tiene mucho sentido. Si lo que pretendían era trasladar el monumental texto de Calderón a la época actual (o futura, no sé) y buscar más metáfora donde ya hay la suficiente... como que no les ha salido. Además tanto la escenografía, como las interpretaciones se quedan a medio camino de algún sitio. Salvo Jorge Basanta, que pelea con un personaje enorme pero montado desde un punto de vista raro, impreciso y más marcado por un texto y una acción escrita que por un desarrollo lógico.
Intáctil.
Espectáculo de danza en la que me dio la sensación de que ellos no eran ningunos virtuosos. Pero vamos, digo que me dio la sensación porque estaba sentado en una silla en la parte de atrás. Lo de estar tirado en un cojín es una tortura para mi espalda y para los numerosos señores y señoras mayores que naturalmente no se van a sentar en un cojín en el suelo. Total, que desde las sillas no se ve nada del trabajo que hacen el el suelo. Si están de pie y tal, vale, pero en cuanto se van al suelo, olvídate. Pero bueno, por lo que vi, me pareció un espectáculo correcto, simplemente correcto.
YI-HA.
La compañía Los Moñekos traen un espectáculo de danza al plató de la Cineteca. Una señora con un bebé y otra con una niña de cinco o seis años muy parlanchina nos animaron la media horita que estuvimos allí. El bebé con sus quejidos y llantos lógicos y la cría con sus narraciones no tan lógicas. Desde luego ilógicas las madres, pero bueno, ese otro tema. Otro día hablaré de las pulseras de medallitas, de los abanicos, de los putos caramelos, de los whatsapps, de las alarmas de los Casio y del olor a pies. Pues nada, que este espectáculo es una especie de "duelo" divertido. Divertidos los primeros cinco minutos, porque a mí particularmente se me acabó a los cinco minutos. Tenían ideas interesantes pero como estiradas o hiladas de una forma poco mágica. Pero bueno, el espectáculo funciona y entretiene aunque le falte algo, esa chispa que lo convierta en algo especial. Bueno, y eso de que desde un escenario se diga: "anda, ves, ves tú. Venga, ves. Ves, mujer". Me parece muy fuerte. Desde un escenario uno tiene la responsabilidad de al menos hablar correctamente (a menos que esté justificado el hecho de cometer faltas o hablar incorrectamente). Ya casi podemos dar por perdido el uso correcto de los imperativos, pero seguir alimentando esos errores como este o como el consabido "delante mío"...
Aquí podrás leer MI opinión sobre los espectáculos que voy viendo. Insisto en que es MI opinión, nada mas. No pretendo adoctrinar ni tener razón. Únicamente te contaré MIS razones para amar o amar menos lo que vaya viendo. El teatro son gustos y aquí leerás los míos. No soy crítico, solo necesito contarle al mundo el porqué de mis amores. Lo que puedes leer aquí es lo que yo he sentido al ver estos espectáculos. Ni más ni menos que mis sensaciones. Si a alguien le sirven, estupendo.
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