Nadia.
Nadia es uno de esos espectáculos en los que puede parecer que si no te gustan, es que eres un asqueroso que no respetas ni valoras y que no respetas a la protagonista.
Voy a ver si me explico. No me gusta que salga el director al comienzo a explicarme qué voy a ver y cómo funciona. Pero bueno. La historia es terrorífica. Una chica afgana sufre las desgracias de la guerra, acaba en un hospital y cuando por fin lo abandona, marcada de por vida, se tiene que hacer pasar por chico para poder trabajar. Pasa por mil penalidades, claro. Su historia es terrible y te la cuenta ella misma, en español, eso sí, un idioma que no es el suyo. La chica no es actriz y te lo avisan, Vale. Lo que acaba sucediendo es que lo que pretende ser fresco, natural y espontáneo, resulta artificial, excesivamente premeditado y totalmente antinatural. Su narración pretende ser natural y fresca, pero ves que la chica no habla su idioma, sino que recita un texto aprendido de memoria. Que vale, que tiene un mérito infinito, eso no lo discuto. Y que la historia es brutal, tampoco lo discuto. Simplemente digo que el resultado teatral consiguió al menos en mi le efecto opuesto al que busca. Me distanció, no me creí nada (teatralmente hablando), no simpaticé con ella y el hecho de que tanto el director como el escenógrafo estuvieren en escena deambulando, sonriendo cuando se suponía que yo debía sonreír... no me gustó nada.
Ella no es actriz, vale, pero está ejerciendo funciones de actriz, ¿no? Pues yo esperaba que el resultado fuese más efectivo. Quiero decir que si yo aunque avise de que no soy músico, si toco un concierto de piano, debería tocar medianamente. Vuelvo a insistir en que respeto su historia y su trabajo. Pero quizá no sea le medio más apropiado para contar su historia. Y para que la cuente ella, cosa que es un puntazo. Pero quizá un documental o unas conferencias serían más apropiadas. No sé, ya digo que en mi caso, el efecto que consiguieron fue el contrario al que pretendían. Una pena.
Indomador.
La compañía Animal Religion trae este espectáculo y por fin voy a verlo. Lo he tenido que descartar otras veces que me lo he encontrado en una programación (Fira Tárrega, Valladolid...) y ahora ya por fin, de una puta vez, fui a verlo. Y flipé.
Acojonante. Espectáculo con su poquito de danza, su poquito de teatro, su bastante de circo, su muchísimo de sentido del humor y su todo de concepto estético global donde se exprimen al máximo las posibilidades estéticas de los elementos. Acrobacias en tacones, cucharas que entran y salen, equilibrios, látigos, muñecas decapitadas, una iconografía brutal y un actor/ejecutante/hombre orquesta que es un portento de la naturaleza, Quim Girón. Hacedme caso, si lo veis por ahí en algún sitio, no lo dejéis pasar. Id a verlo, es una puta gozada.
Aquí podrás leer MI opinión sobre los espectáculos que voy viendo. Insisto en que es MI opinión, nada mas. No pretendo adoctrinar ni tener razón. Únicamente te contaré MIS razones para amar o amar menos lo que vaya viendo. El teatro son gustos y aquí leerás los míos. No soy crítico, solo necesito contarle al mundo el porqué de mis amores. Lo que puedes leer aquí es lo que yo he sentido al ver estos espectáculos. Ni más ni menos que mis sensaciones. Si a alguien le sirven, estupendo.
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