jueves, 24 de octubre de 2013

Tirano Banderas. Español.

Cuentan por ahí, en algún lugar del programa de mano que el director no quiso que las actores ni él mismo investigaran ni se acercaran demasiado a la obra de Valle Inclán. "El excesivo conocimiento a veces entorpece, a veces no ayuda". Ein???
"Tirano Banderas" es una novela que se ha llevado varias veces a los escenarios con suerte desigual. Esta nueva versión entrará en la lista de las peores sin duda alguna. Recuerdo una que me gustó muchísimo, pero prefiero no comparar, que ya bastante tengo con lo que tengo.
Se han comido las primeras filas y han agrandado el escenario. Pero no sé muy bien para qué, porque están todo el rato amontonados en la corbata. De vez en cuando aparece sentado por ahí detrás Santos Banderas, pero vamos, que si no estuviera daría igual.
La primera parte comienza con el telón del Español bajado, aunque la segunda parte empieza con unas telujas blancas colgadas que yo diría que son las mismas del Cyrano y que además las usan igual. Tampoco lo entiendo. Pero es que no entendí nada de nada.



El esperpento es como cualquier ejercicio de estilo, tienes que dominar la base para luego poder ir más allá y darle le vuelta. Hay que dominar el dibujo antes de hacer arte abstracto. Hay que entender a Valle antes de intentar hacer lo que te sale de la berza. Y lo que vimos el otro día es como un intento de no sé qué que lo que parece es que ha sido un encargo que se ha ido dejando y dejando hasta que les ha pillado el toro. Y se ha hecho a matacaballo. O eso, o a alguien le ha podido la soberbia y ha querido hacer un intento de algo que poco o nada tiene que ver con Valle Inclán.
No das ritmo a una función montando todas las escenas a toda hostia, con todo el mundo hablando casi a la vez, y como si tuvieran prisa por terminar la función. El ritmo no es hacerlo todo corriendo. Ni el esperpento es hacer coñas donde no las hay ni embarullar la escena con diez focos simultáneos. Esa escena con Casablanc y Rafa Cruz cual odaliscas en celo era una cosa patética. Y lo de los acentos ni te cuento. Faltó que alguien imitara a la Maruxiña aquella que hacía Beatriz Carvajal en el Un, dos, tres... Horrible.
La primera parte es un jari que me da la sensación de que oculta una falta de criterio a la hora de entender y montar la función. La segunda parte tiene la suerte de que incluso el texto cambia de tesitura y facilita la comprensión y el desarrollo del drama. Las escenas de los campesinos, la criatura muerta... el drama se intensifica y ahí parece que el director se aclara un poco. Aunque ya es tarde. Y lo siento, pero el recuerdo de Patricio Contreras sigue siendo tan brutal incluso 20 años después... 
Los pobres actores yo creo que no es que estén mal, hacen lo que tienen marcado. Susi Sánchez es maravillosa y la adoro, pero aquí sólo está bien como médium, en el resto de papeles la veo más vendida que vendida, y lo de los acentos... como que no. No porque ella no lo haga bien, es que no funciona y no funciona. Pedro Casablanc es otro pedazo de actor, pero aquí tiene momentos, sólo momentos. Y como Barón de Benicarlés... mejor no digo nada. El resto está perdido en medio de indicaciones traicioneras que solo sacan lo peor de cada uno. Muy voluntariosos todos, pero creo que desde dirección les han marcado todo lo que les hace quedar fatal. Y Emilio Buale sigue enfadado. Como siempre. En todo lo que le he visto, es como si estuviera cabreado y suple con esos tonos de enfado ciertas carencias interpretativas. Emilio Echevarría mal. No me gustó nada. Y vale que de vez en cuando tropieces con el texto, pero es que a veces yo diría que se quedaba en blanco. No había mucha gente en la sala, pero la concentración y la entrega tiene que ser la misma que si la sala estuviera petada y los Reyes en un palco.
Vamos, que salvo el buen hacer y la entrega de los actores, con desigual resultado, nada más que destacar de este batiburrillo sin pies ni cabeza. Ni sentido ni razón de ser.
        

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