sábado, 19 de diciembre de 2015

Don Quijote. Teatro de la Zarzuela.

En este país ya puedes ser una de las personas con más talento, admirado internacionalmente y deseado por los mayores y mejores teatros del mundo. Si no contentas a quien tienes que contentar, date por...




Nosotros somos así. Da igual que José Carlos Martínez sea un ser dotado con la musa que pocos artistas han tenido a lo largo de la historia. Nosotros somos así. Tengo entendido que le cumple el contrato en breve y en vez de abalanzarse todos los responsables para intentar por todos los medios que siga al mando de mi amada CND, parece como que se le pide que "contente" a distintos sectores. La sensación es como de que todavía tiene que aprobar la selectividad. 
Pues nada, se va y se contenta. ¿Que queréis un ballet clásico completito? Pues toma, un Quijote que pasará a la historia. La única pega que se le puede poner es que no dure más. Porque al menos yo, no quería que terminase nunca. 
Reconozco que las escenografías con forillos no son mi debilidad, pero estos son tan monos que da igual. Y la escenografía del segundo acto... espectacular. Como las luces. Te juro que en la escena de las dryadas, se me pusieron todos los pelos de gallina, como dice una amiga mía.




Escénicamente es de una belleza sublime, delicada y sutil. Decorados equilibradamente románticos, un diseño de iluminación bellísimo, con momentos en los que el público no podía evitar soltar un "¡Ohhhh!" general. El vestuario de Carmen Granell es espectacular. Maneja una paleta divertida, variada e inteligente y unas gamas de colores vivas y elegantes. Todo lo que vemos sobre el escenario es elegante, preciosista, delicado y tremendamente bello. Y la coreografía de José Carlos Martínez conserva lo conservable y se ajusta a las características de la compañía para lograr un espectáculo redondo. Mayte Chico lo remata con sus coreografías vibrantes y que hicieron temblar al patio entero. 
El conjunto tiene de todo y gusta a todos. Si la prueba que pedían era esta, ahí está, bien pensada y maravillosamente llevada al escenario. Sin duda un espectáculo integral y con un curro impresionante que demuestra la inmensa capacidad de Martínez y la extrema entrega de todos los componentes de la compañía, corroborando que son capaces de todo lo que se les pida y de más aún. 
El día que yo lo vi tuve el placer de disfrutar de un elenco estelar. Aunque estoy plenamente convencido de que el resto de los bailarines de otros días serán igual de brillantes. La pareja protagonista eran Yaegee Park y Joaquín de Luz. Impresionantes, pícaros, juguetones y unos virtuosos que saltan, giran, sonríen, vuelan y flotan como dos seres de otro planeta.   La Dulcinea de Seh Yun Kim me dejó boquiabierto. ¡Qué facilidad para hacer lo más difícil del mundo como si fuera algo natural! Esteban Berlanga y Antonio de Rosa volvieron a demostrar que son de lo mejorcito de la compañía. Acojonantes. Y la pareja estrella, Isaac Montllor y Jesús Florencio, Quijote y Sancho. Encantadores, chispeantes, serenos y cómplices con el público. Para comértelos a los dos, cada uno en su registro y con una complicidad simpática y emotiva. 





En definitiva, un espectáculo de grandísima envergadura, a la altura de los mejores ballets del mundo entero, demostrando tanto la inmensa capacidad de trabajo de los bailarines como el infinito caudal artístico que envuelve a José Carlos Martínez. Un genio indiscutible que no deberíamos dejar perder.

Inmensa la labor de Maite Villanueva. Sin ella y su entrega el éxito no serían tan contundente. Bravo una y mil veces a la CND y a su director. 


Perdón, he editado este comentario porque no había mencionado a la orquesta le da Comunidad de Madrid y a la batuta firme de José María Moreno. Dirección briosa e intimista, delicada y sacando unos sonido desgarradamente bellos de sus instrumentos. Músicos de altura sideral y dirección fabulosa. Otra bravo gigante para ellos.      

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo! José Carlos Martinez ha hecho "magia" y ha creado un gran Quijote. Un "bravo bravissimo" también a todos los bailarines! Parece que a algunos les cuesta reconocerlo...son los resentidos, los vengativos, los envidiosos: en una palabra todos los mediocres del mundillo (bailarines, coreógrafos, críticos, fotógrafos y otros ejemplares del gremio).

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