jueves, 24 de abril de 2014

Lo mejor del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.

Mi idea en un principio era escribir un articulito de cada montaje de los mejores del FIT, pero como es bastante probable que ninguno o casi ninguno de estos espectáculos vengan a Madrid, casi que mejor escribo un artículo para todos. Y de paso, me aseguro que leáis mi comentario a todos ellos, porque merecen la pena (los montajes, no mi opinión, claro está).

Medea. Pandur Theaters y Teatro Nacional de Zagreb.



Hablar de Tomaz Pandur es bobada. Qué voy a contar que no se sepa. En fin, apabullante montaje con un auténtico derroche visual de imágenes bellísimas y secas a partes iguales. Escenario enorme, pantallaza con unas imágenes hipnóticas y preciosísimas a rabiar. Y en grupo de actores brutales y entregadísimos. El coro, genial tanto por cómo está montado como por lo que hacen y cómo lo hacen. La prota, Alma Prica, magnética como mujer extranjera en su país, vagabunda errante sin hogar ni patria. Símbolo de los exiliados, imagen de los perseguidos. Sencillamente genial y poderosísimo.


O jardim. Cia Hiato.



Es curioso lo que abundan últimamente los espectáculos que giran en torno a la memoria, a los recuerdos, a la historia. "El jardín" es un experimento estético en el que, en un escenario dividido en tres partes, se nos contarán tres partes de la misma historia. Según dónde estés sentado las verás en un orden o en otro. Tu mente tendrá que ordenar los datos, los diálogos, los encuentros, las amarguras y los recuerdos. Fascinante  planteamiento y desarrollo avasalladoramente poético. La tristeza por los malentendidos, el tiempo pasado, los errores, los prejuicios, el olvido y la enfermedad. Brutal y bellísimo hasta unos limites insospechados. Si vienen a Madrid, por dios, no os lo perdáis.   


Missing. Gecko Theater.



Espectáculo visual con un nivel de maestría como yo no he visto en mi puta vida. Cuentan en este espectáculo de danza y prodigios visuales un poco la historia de una mujer que en algún momento decidió olvidar la historia de sus padres. Su madre, bailarina, tuvo que elegir en un momento dado entre su carrera o su familia. Recuerdos heredados, traumas, recuerdos, memoria e historia de nuevo. Visualmente aterrador, estremecedor y embrujador. No puedes apartar la mirada del escenario ni recoger la mandíbula, que se te ha desencajado en el minuto uno, hasta que termina este derroche de ingenio y nivelamen. Acojonante.  


Misántropo. Teatro Español.

Yo no sé si alguna vez había salido del teatro tan seguro de haber visto el espectáculo del año. Bueno, alguna sí, pero contaditas con los dedos de una mano. Ya veremos si no se llevan todos los premios habidos y por haber del mundo mundial e interestelar.
Y mira que en el ensayo general estaba el patio hasta arriba de colegas y de compañeros. Coño, eso ayuda si ayuda, pero te lo pone más difícil, por el altísimo nivel de responsabilidad. Y sí, es un ensayo, y está permitido que pase de todo. Y lo único que pasó fue que se produjo esa "magia" del teatro desde el segundo uno hasta que terminó la función. Hora y tres cuartos de maestría en todos y cada uno de los ingredientes de este monumento a la alta gastronomía teatral.




Acertadísima y amarga adaptación al siglo XXI del clásico de Molière. Pasan los siglos y seguimos prácticamente igual. Una parte buscando y anhelando e incluso exigiendo la verdad y otra parte escamoteándola, ya sea con "buenas" intenciones o con intereses más infames. Lo bueno o lo malo es que te sientes identificado con demasiados personajes. De una forma directamente proporcional al nivel de autosinceridad. Por supuesto yo me sentí identificado totalmente con Alcestes, con ese buscador de la verdad cueste lo que cueste. No soporta, se pone enfermo con cualquier atisbo de falsedad o de querer "decorar" la verdad. Quiere que el "punto de partida" sea la verdad descarnada. Y luego ya, a partir de ahí, hablamos. Pero... todos somos seres sociales, y ahí es donde te identificas con Filinto. Muchas veces actuamos como Celimena (cariñoooo, qué guapa estásssss, he visto que estás en el off, cuánto me alegroooo...) aunque en el fondo seamos unas Arsinoés de la vida (ya, bueno, la sala es una mierrrrda pero se nota que tú vales para todo, cariñooo, y total, llevas tannnto tiempo sin hacer nada, que supongo que te compensará...) Buscamos muchas veces la adulación a toda costa que nos engorde el ego cual Orontes y desearíamos ser unas Eliantas, el personaje más sincero consigo aunque más amargo y vapuleado. Cada uno de estos seres se tiene además muy currada la justificación a sus actos (autoprotección se llama eso, ¿no?) Un poco como todos, creo. La única salida a este caos de sinceridades es la huida, el destierro. 
Este mejunje de frustraciones explotan en un sucio callejón. En la parte de atrás de un tugurio donde se celebra una fiestuki de alto nivelamen. Podía haber sido en un palacio, sí, pero seguramente en un palacio no habrían salido las "verdades" tan bien como en ese rincón donde meas, te metes unos rayajos, te bebes los culines que pillas, te cuentas un secreto o le das un poco al sexo exprés.
Versión amarga de una sociedad que no avanza y que sigue luchando entre la verdad y las formas igual que hace siglos.




El montaje no tiene desperdicio. El vestuario de Ana López, preciosísimo. La escenografía de Eduardo Moreno, un icono que pasará a la historia. La coreografía de Carlota Ferrer... inenarrable. Música, canciones, sonido... impecables. Especialmente el tratamiento sonoro general es prodigioso. La iluminación de Juanjo Llorens de libro. Todo, absolutamente todo es impecable, preciso y precioso. No se puede hacer mejor. 
La dirección de escena es magistral. Perfecta. El manejo de los tiempos, la dirección de actores, la nitidez del concepto en sí, la clarividencia de lo que se quiere contar... El uso de ciertos recursos (cambios de luz, de velocidad, la cámara lenta, los espacios, las sombras) es asombroso. No se puede poner ninguna pega, sino quitarse el sombrero una y otra vez. 
Y el equipo de actores es sencillamente prodigioso. Israel Elejalde repito y repetiré mil veces que es un ser tocado por los dioses. Bárbara Lennie está natural, elegante, bella, dura, enamorada, amarga y amargada. Raúl Prieto hace sin duda, el mejor papel de su vida. Cristóbal Suárez quizá tenga el personaje de trazo más "grueso" pero hacerlo desde el respeto y desde la coherencia es difícil. Está magistral.  José Luis Martínez demuestra una maestría y un dominio absolutos. Miriam Montilla está dulce, abatida, ninguneada, valorada. Es el personaje más bello y encantador y así está ella. Y con una presencia escénica brutal. Y Manuela Paso. Es que está para comérsela. Cachondísima en su primera aportación y magistral en su Arsinoé. Es la típica amiga que te mataría. Perfecta como viborona repelente. Es la señorita Rottenmeier que querrías matar por hijadeputa. Pero hacer eso sin hacer un estereotipo sino dándole verdad y queriendo al personaje es dificilísimo, pero tenemos a una de las más grandes actrices del país. Inconmensurable. 




Así que... si juntas a un reparto en total y absoluto estado de gracia con una iluminación, un vestuario, un sonido, una música, una escenografía, un movimiento escénico y una coreografía prodigiosas y pones todo eso en manos de un director magistral, perfecto, coherente, sabio, impoluto y con un sentido global apabullante, sólo te puede salir  el sin duda, mejor montaje del año. Cualquier detalle que se te ocurra de una puesta en escena, sólo tiene una definición en este "Misántropo". La palabra que define TODO en esta función.  PERFECCIÓN.

  

martes, 22 de abril de 2014

"Apesta" y "Morir de amor". Monográfico sobre Erik Rodríguez.

El título de esta crítica parece raro, lo sé, pero me explico. Erik Rodríguez es un actor que ha participado en tres funciones distintas en el FIT de Bogotá. Le hemos visto sólo en dos de ellas. De la primera, "Apesta" salimos tan flipados que no dábamos crédito a lo que habíamos visto. La segunda, "Morir de amor" sólo confirmó lo que ya sabíamos. Que Erik es un portento. Un ser especial tocado por los dioses. De esas maravillas de la naturaleza que nacen uno cada cien años. No he visto cosa igual en la vida.




Por partes. "Apesta". "Apesta" lo tiene todo para gustarme. 30 espectadores metidos en una casa. Hay momentos de la acción en los que estamos todos juntos y otros en los que nos separan por grupos y cada uno va viendo lo que le sucede a cada uno de los cuatro personajes de la historia. No puedo contar mucho sin revelar los secretos de la función, pero si algún programador lee esto y quiere saber detalles, que me pregunte. Eso sí, aviso. El programador que decida traer esto a España va a tener la suerte de llevarse el honor de traer el espectáculo del año. Os aseguro que esto sería un bombazo. 
Bueno, a lo que voy. Cuatro personajes en una casa. Cuatro inmigrantes, cuatro seres solos, viven juntos pero están solos, hablan solos, sufren solos. Un acontecimiento inesperado pondrá a prueba su amistad y provocará una serie de acontecimientos que marcarán sus vidas. 




Una polaca ninfómana,  un brasileño soñador y enamoradizo, un israelí que ha olvidado la cara de su propia madre y un chino deseoso de no serlo. Cuatro seres derrotados, quebrados por la puta vida y con unas historias a cuál más dura. 




Entonces comienza el experimento teatral. Brillante, genialmente dirigido por Víctor Quesada. Juego teatral inteligente y embaucador. Y por encima de todo, los cuatro actores. Nathalia Franco, Fernando Bocanegra, Juan Pablo Barragán y Erik Rodríguez. Te juro que a la salida tuvimos que buscar a ver porque estábamos convencidos de que eran una actriz polaca de verdad y unos actores chino, israelí y brasileño de verdad. Te juro por lo más sagrado que en mi vida he visto un trabajo más exhaustivo.




El trabajazo de los acentos y de las formas de hablar es ESPECTACULAR. Algo inaudito, nunca visto, acojonante. Si un actor debe ser meticuloso y riguroso con su trabajo, lo de estos cuatro monstruos no tiene nombre. Y encima mantienen todo el tiempo este nivel sobrehumano de interpretación. No es sólo el curro de los acentos que es alucinante, sino que componen unos personajes totales absolutamente íntegros y con una trabajo y una fuerza descomunales. 




Y aunque los cuatro hacen un trabajo de quitarse el sombrero, lo de Erik para mi gusto está por encima de los parámetros de lo humano. No sé cómo explicarlo, pero es que realmente estás viendo y escuchando a un chino. Pero chino de China. El trabajo tanto del acento como vocal en general es extraordinario. Te aseguro que nunca en mi vida había visto nada igual. Me pongo hasta nervioso recordándolo.  
Este espectáculo es carne de... "La casa de la portera" o de "La pensión de las pulgas" o de un sitio más grande aún, no sé. El concepto es como para "La casa" o "La Pensión" pero... no sé si cabría.





Lo que sí cabría es "Morir de amor" de la compañía "La maldita vanidad". Bueno, no es sólo compañía, también es un local. La maldita vanidad es un edificio, una casa de dos plantas preciosa con bar abajo y habitaciones arriba. En esas habitaciones se desarrolla "Morir de amor". Velatorio de Luis. Allí está su madre, neurótica, sufriente y teatrera. Aparece don Raúl, vecino y medio curilla enamorado en secreto de todo hombre viviente. Se despiertan Esteban y Dieguito, hermanos de Luis. Dieguito más joven, tierno y admirador de su hermano. Te lo quieres comer, y a su hermano Esteban le quieres pegar. Lleva fatal los celos de Luis y está bastante más encabronado con la vida que Diego. Llega Olguita, antigua novia del muerto y un auténtico bicho raro. Entonces aparece Leonardo, el amante de Luis. Empiezan a sospechar que Luis no ha muerto de muerte natural. Y se lía. Pero no como si fuera un vodevil, sino que se lía porque esos personajes solitarios, negativos y enfadados con el mundo no son capaces de vivir con los demás, de escuchar, de abrir sus corazones. Fascinante retrato antropológico de una sociedad tan sucia y oscura como Raúl, tan dura y cruel como la madre, tan asustadiza como Olga, tan tenaz como Esteban y a pesar de todo tan abierta y tierna como Dieguito. Daniel Diáza interpreta a Diego y te lo quieres comer a él también de lo tierno, dulce y  abierto que es y por la admiración que siente por su hermano muerto. Magistral, Daniel. Juan Pablo Urrego es Esteban, el hermano duro y macarra. Fantástico. Juan Pablo Acosta hace un don Raúl asqueroso, pelotilla y hasta tierno en su depravación y miseria. Juanita Cetina es Olguita, miserable, triste, ridícula y sobre todo, un alma pura y blanca. Fabulosa. Y Carmenza Cossío la madre perra. Muy buena también. Y de nuevo tenemos a Erik. 




Es el amante. Imagínate que el pobre tiene que defenderse solo frente a ese grupo de gente hostil y salvaje que por supuesto, le odian y no le reconocen como "viudo". Su monólogo frente al cadáver de su amor es de lo más espeluznante que se ha visto nunca. Y sus lágrimas, las de toda una sociedad que lucha por avanzar y que sólo quiere que se la respete. 
Trabajazo de todos los actores y muy bien dirigido. Por dios, que alguien lo traiga a España. Es único y salvajemente precioso. 





Y así, paso a paso, Erik se ha convertido en mi nuevo mito. No sé qué tendrá que pasar para que este actor ocupe el lugar que le corresponde, pero creo que habrá justicia divina y colocará a Erik entre los más grandiosos actores de su generación. Hasta el propio festival le ha dedicado un apartado en su web. Por algo será. Mi admiración eterna, don Erik.



  

Festival iberoamericano de Teatro de Bogotá 2014.





Este año hemos tenido la inmensa suerte de conocer el Festival iberoamericano de teatro de Bogotá. Posiblemente el mayor festival de teatro del mundo después del de Edimburgo. Debo decir que ha sido una pasada. La programación es bestial, 187 compañías diferentes en 15 días de festival. Brutal. Pero como hice con Fira Tárrega y con el Fringe del año pasado, haré un resumen general de lo que he visto, y escribiré aparte sobre los espectáculos más señalados. Evidentemente muchos de esto espectáculos no vendrán por Madrid, con lo cual, no servirá de mucho, pero por si acaso alguna de estas compañías recalan aquí... que sepáis mi opinión.

Woyzeck. Thalia Theatre.




Versión escrita por Robert Wilson, con música de Tom Waits y textos de Kathleen Brennan. Música en directo para esta versión de la obra de Büchner. La historia sigue siendo tan brutal como siempre, aunque las canciones que han intercalado con el brillante texto me descolocan y no les veo demasiado sentido. Están bien interpretadas e inciden sobre lo que vemos, pero si las quitaran daría igual. Visualmente muy poderoso, en escena, una estructura  gigante semejando una tela de araña. Muy propio de Canal. Si lo veis programado, id a verlo, merece la pena. Visualmente es brutal y el texto sigue siendo una obra maestra. 



Seuls. Teatro Nacional de Chaillot.



El famoso montaje de Wajdi Mouawad me pareció un tostón. No me gusta que se queden conmigo y lo que podría pasar por un juego a mi me pareció un truco bajo para contarme una historia que al final resulta falsa. Y bueno, cada uno puede tener la relación que quiera con su padre, incluso con un padre a punto de morir, pero a mí me sonó raro el diálogo con su padre comatoso. Yo creo, desde mi punto de vista de huérfano, que si tienes a tu padre en coma delante de ti, aprovechas para despedirte, o para justificar tus actos o para recriminar otros, pero Wajdi lo que hace es reafirmarse en sus errores y culpar al padre. No sé, pero no me lo creo. Mi corazón me dice que eso lo ha escrito alguien que no ha perdido a su padre. En cualquier caso, toda la primera parte es demasiado larga y lenta. Si el prota es un señor que es capaz de irse a tomar por culo sin tener segura una entrevista, desde luego no tiene mis simpatías. Y todo el final ese con la pintura, me parece eterno y sin sentido. Lo siento, pero me pareció un tostón. 


Corps the walk. Carte Blanche.




Carte Blanche es la compañía nacional de danza contemporánea de Noruega. 
Y yo lo siento, y mira que me gusta la danza, pero me pareció estar viendo un espectáculo de los 90. Estéticamente pasadito y con una coreografía... no demasiado agradecida y con unos bailarines algo imprecisos. Si acabara viniendo a Canal, pues bien, id a verlo. Faltaría más, pero que sepáis que a myself no le volvió loco.


Vanitas Libellum. La quinta del lobo.




Mejor copio lo que dicen ellos mismos en el programa de mano, porque lo explican muy bien. 
"Este es un montaje escénico multimedia en el cual se integra danza, vídeo en tiempo real, vídeo-mapping, interacción física y música original en vivo. El proyecto se inspira en el bodegón barroco también conocido como "Vanitas" (el cual representa el paso del tiempo y la evanescencia de lo terrenal), y es de cierta forma, una reflexión en torno a la construcción contemporánea del cuerpo y la identidad en un tiempo y un espacio mediados por la velocidad y la tecnología". 
Muy interesante espectáculo, quizá un poco lento en algunas partes, pero muy interesante de ver.


Toda desnudez será castigada. Mucanaima + CPT + Sesc. 




Antunes Filho es uno de los directores más considerados de América latina. Pero aquí nos cuenta una historia un poco chorras sobre la hipocresía con un par de imágenes impactantes pero un envoltorio tirando a pobretón y con momentos bochornosos como un trío de tías beatas que son realmente del "Un, dos, tres". 


El oso. Petro Producciones.




Adaptación de la obra de Chéjov que pasa sin pena ni gloria. El único acierto es que se lo pasan pipa los actores. Se divierten de lo lindo y eso siempre se agradece. Por lo demás, olvidable según termina.


Bodas de sangre. Theatre troupe Georipae




No hay palabras para definir este espanto. Coño, uno va con la cosa de que esta versión corean tenga un punto friki. Pero es que ni eso. 
Está programada en un Palacio de los deportes. Lo querían haber hecho en la plaza de toros, pero le alcalde la ha cerrado hace poco. Total, que al palacio de los deportes. Más grande, imposible. Es como esas Aidas que hacen de repente en estadios de fútbol. Cualquier intimidad y cercanía con el público, a tomar por culo. Pues nada, encima hacen una cosa híbrida entre flamenco (coreano, eso sí) y no se sabe muy bien qué. Seamos serios. Para bailar flamenco hay que nacer. La magia, el arte, el duende flamenco se tiene o no se tiene. Y ellos o lo tienen. Ninguno de ellos. Tiene tanto arte como si me arranco yo por bulerías. Cero. Y encima el batiburrillo es horrible. Mezclan el flamenco (abanicos, faldas de volantes, claveles, guitarras, tacatá...) con elementos coreanos y esa mezcla no funciona. A ver, no puede ser que para la boda recrees una ceremonia coreana (con su explicación y todo del rito, no me lo invento) pero que vayan con su falda de volantes y se bailen un zapateado. O lo uno o lo otro. Todo esto con una señora, la que hace de la madre, que sin duda es la estrella de la compañía. Se planta en medio, se lo baila todo, se lleva el cañón pa ella, te manda aplaudir cuando ella considera que tenemos que aplaudir (algo inaudito, ya aplaudiré yo si quiero) saluda en tol centro como si fuera la superprota... Aunque en el fondo lo ha sido. Se carga todo con su ego. En fin... no sé... todo lo horrible que se os ocurra..., pues peor. Por supuesto cualquier parecido con Lorca, es que ni en sueños. Ni drogado perdido ves tú a Lorca por ningún lado.


8cho. Compañía de danza aérea Brenda Angiel.




Si ya flipamos con "Bodas de sangre", con este "8cho" entramos en modo pánico. Otro pedazo de polideportivo enorme. Un grupo tocando tangos, un cantante de voz estridente que canta y narra de vez en cuando tangos y al que sólo le faltó echarse a llorar de tanto "sentimiento" como le ponía y que estaba encantado con su "vozarrón" de culebrón y unos bailarines colgados de arneses haciendo como que bailan esos tangos pero que lo que hacen es volar pacá pallá sin hacer en ningún momento nada que se asemeje ni remotamente a un paso que recuerde a un tango. Y así uno, dos, tres, cuatro, cinco tangos. Hasta que después de uno de esos tangos apagan la luz y eso significa que se ha terminado el espectáculo. Y todos pa la calle a buscar taxi. 


La tempestad. Compañía del festival internacional de teatro Chéjov.




Dirigía Declan Donnellan. Así que allá de cabeza que fuimos. Pues para nada. Empieza bien, con una puesta en escena ingeniosa y prometedora pero enseguida se diluye ya acaba siendo un montaje al uso, con dos o tres golpes buenos y un puñado de actores que están todos muy bien. Excesiva tontería, poca profundidad y originalidad cero para un montaje que prometía grandes cosas pero que se queda en la superficie. Es carne de "Una mirada al mundo". Y oye, es Donnellan. Pero vamos, que no. Hubo incluso gritos entre el público. Normal, demasiada hoz y demasiado martillo. 


Ubú rey. Fortebraccio teatro. 




Visualmente está bien, tiene cosas chulas. Pero hay otras inexplicables, otras gratuitas y otras hasta feas. No basta con sacar unas máscaras curiosas y gritar mucho para hacer un "Ubú". Y desde luego, al actor que hace de madre Ubú, quieres que le pasen cosas malas a los cinco minutos. Está absolutamente insoportable. Y el hombre hace de todo, es muy buen actor, pero lo que le han marcado... ni su peor enemigo. Olvidable. 


Esta puerta es muy pequeña para un oso. Needcompany.




Despiporre en el la gente de esta compañía bailan, actúan, gritan, corren, se despelotan y hacen todo tipo de locuras en un "todo vale" que imagino estará muy medido. Girigay tremendo pero que te tiene enganchado y hace que no apartes el ojo en todo el rato. Y ellos fijo que adelgazan un par de kilos por función, porque se dejan la piel.  


Partir. WHS.




Espectáculo bellísimo visualmente. Esta compañía finlandesa recrea una historia sencilla de amor y ruptura con unos elementos visualmente prodigiosos y de una belleza espeluznante. Aunque quizá un poco lento a veces. Desde luego si viene por aquí es para no perdérselo. Original y precioso. 


Ubú y la comisión de la verdad. Handspring puppet company.




Compañía sudafricana que hacen una mezcla entre los personajes de "Ubú" y los interrogatorios de la comisión de la verdad que se creó en Sudáfrica para intentar aclarar el genocidio del apartheid. Vamos a ver... los personajes de Ubú te valen para cualquier dictadura. Incluso para muchos gobiernos no dictatoriales. Así que esos personajes dentro de esa otra historia, funcionan. Lo que no funciona tanto es la historia en sí de los interrogatorios de la comisión. Historias quizá demasiado simplistas que reducen el horror del infierno que se vivió en Sudáfrica hasta hace nada a anécdotas duras, es sí, pero que ni de lejos roan los horrores que allí se vivieron. Una pena lo de quedarse a medias.


Amores sordos. Espanca!




Gran participación de Brasil en este festival, supongo que como parte de su promoción mundial de cara a los Juegos Olímpicos y al mundial de fútbol.
Pues esta compañía desde luego demuestra que el teatro que se hace en Brasil es de lo mejorcito de hoy en día. Historia surrealista de una familia de sonámbulos. Despiertos o dormidos, no oyen, no se escuchan, son como un grupo humano deformado a lo Tennessee Williams mezclado con el Buñuel más sórdido. Actores alucinantes y puesta en escena brillante y original. Gustazo de principio a fin.


Limbo. Strut & Fret.




Y para terminar, un circo australiano. Tan ricamente. 
Yo soy un amante del circo, todos lo sabéis, y debo decir que esta compañía es fabulosa. Grandes artistas. Además hay de todo, malabares, contorsionismo, acróbatas, tragafuegos,  mástil chino, "payasos" y todo buenísimo. Lo que quizá falte sea un poco de historia para enlazar un número con el siguiente. Y que el hombre orquesta se calle un poco de vez en cuando. Si esto recala en Madrid será de puro milagro. Pero si acaba haciéndolo, no os lo perdáis. Aparte de que el circo SIEMPRE merece la pena.

miércoles, 9 de abril de 2014

Lágrimas, mocos y sangre. Teatro Lara

Mira, chico, hay espectáculos a los que les viene bien así un poquito de introducción para darle intríngulis a lo que luego vas a contar. Y hay cosas como "Lágrimas, mocos y sangre" que con las que casi es mejor ir directo al grano. Por que pa qué bobadas.
Señores, no hagan como yo. No se dejen llevar por eso de "uf, boxeo, qué pereza..." Eso pensé yo, porque soy así de simple pa muchas cosas. Ni puto caso. Saquen entradas YA. Se lo digo con el corazón y las tripas en la mano. Este se va a convertir en uno de los MEJORES espectáculos del año. ¿Les gustan las historias de misterio, de amor, de amistad, de traición, de honor, de herencia (monetaria no, la otra) de celos, de rabia, de pasión, de desconsuelo, de sueños, de decepción, de orgullo, de lágrimas, de sangre, de mocos? Pues eso. ¿O necesitan más argumentos? Elige el tema que quieras porque los trata todos. 
Así como la sala grande del Lara no es santo de mi devoción, el OFF es una cosa... que es que voy de acierto en acierto. "Las heridas del viento", "La abducción de Luis Guzmán" y ahora esto. Madredediossssss.



Por partes, el texto es una burrada. Tiene mil millones de elementos, de referencias, de homenajes y todo con un estilo único, depurado y cercano. Estás viendo una peli de los años 40, una peli de amor, una historia de honor, de honestidad y de traición a la vez. Es une peli de cine negro de las de antes, un clásico. Está escrita desde la cercanía y desde la seriedad y el resultado es una obra cercana que toca el alma de cualquiera que tenga sentimientos, que ame o haya amado, que quiera amar (aunque al otro le falte un diente) que sea honesto y que tenga un sentido de la justicia más allá del egoísmo natural en el hombre. 
La dirección de Noé Denia y del propio autor, Óscar Sanz Cabrera es PRODIGIOSA. Tiene momentos y hallazgos visuales conmovedores y espeluznantes (el combate por ejemplo es magistral). Un uso de las luces, de los flash-backs, del drama, de la comedia, de los ritmos y del melodrama estrujante desde luego de quitarse el sombrero. Todos los premios del mundo mundial a los directores.   
Y un reparto inmejorable, sublime, estratosférico, apabullante. Alicia Lobo construye un Pilar para comértela. llena de preguntas pero incondicional del corazón. Enamorada y dura. Vergonzosa pero valiente. Todo un manojo de matices y todos perfectos y en la medida exacta. Jorge Cabrera es de esos seres que siempre están perfectos. Físicamente, vocalmente, de actitud, de emoción, de patetismo, de simpatía. Le odias cuando crees que es un pedazo de mendrugo y te lo comes cuando descubres su secreto y su humanidad y tu también quieres desaparecer del mapa por haber sido tan injusto. Paquito debería convertirse en un icono como "Juncal" o "Chanquete". Pocas veces se escriben personajes tan ricos y pillas un actor tan sabio, tan entregado y tan rico en matices y en profundidad como Jorge Cabrera. ¿sabes lo que es estar absolutamente perfecto? Pues así está él. Y luego Irene Arcos (insisto, es Amparo Muñoz disfrazada de Almudena Cid). Yo no sé qué tiene que pasar en este país para que esta chica sea la mayor estrella del panorama teatral, cinematográfico y de todo lo habido y por haber. NO SE PUEDE SER MÁS BELLA NI MEJOR ACTRIZ. No sólo la belleza, que tela, sino el encanto, el carisma, al comerse los planos, el imán que tiene tan brutal. Y luego es capaz de ser estrellona de vuelta a España, Jeny barriobajera y poligonera, mujer sofisticada, amante herida, walkiria sin trenzas, niña herida, mujer con los ovarios bien puestos y de todo lo que quiera. De verdad, es un auténtico recital. Me enamoré en "Entreactos" y ahora declaro mi amor eterno.

Mira, no puedo seguir, que me ataco. Vayan, por dios, vayan a verlo. Por el texto, por el autor, por la dirección, por esos actores monstruosos... por todo!!! Ya me lo agradecerán, ya.    

Un hombre con gafas de pasta. La pensión de las pulgas.

Cuando vas a ver una función a "La pensión de las pulgas" puedes ir relajadito porque es más que probable que lo que veas, mole. ¡¡¡Menudo ojo tienen Martret y Puraenvidia!!! Si un día de estos, por ejemplo... hoy mismo, no sabes muy bien qué ir a ver, llama. Pilla para "Un hombre con gafas de pasta". No te lo pierdas. Te vas a mear de la risa y vas a flipar con los actorazos que tenemos en este país.
El texto de Jordi Casanovas es fabuloso. No tiene desperdicio. Utiliza un lenguaje nada rebuscado y resulta natural de verdad. Está escrito fácil y dinámico, tiene una ligereza brillante y un uso de los giros inesperados y del suspense magistral. Combina la coña más divertida con momentos tristes, monólogos serios con escenas de descojonarte vivo. Y mil giros que hacen que la historia de unas vueltas hacia sitios disparatados con una naturalidad y una maestría dignas de un gran autor. Textazo al que no le consigo encontrar ni un solo "pero". Es redondo. Y dirigido con sabiduría, sacándole el máximo partido a cada palabra y cada escena.
SPOILER. Allá tú si sigues leyendo, luego no digas.




Todo comienza con una cena de "amigos" para animar a una pobre a la que acaba de dejar su novio. La verdad es que los organizadores, Laia y Oscar (Olga Rodríguez y Markos Marín) son un poquito impresentables. Pero la nena, Aina, (Inge Martín) parece que ha nacido con un cartel que pone "te puedes pasar conmigo todo lo que quieras" escrito en la frente. Y todos se pasan con ella seis pueblos. Claro, es carne de cañón. Y tú, desde la sillita te descojonas, quizá por esa cosa de saber que no es real, que es teatro, que igual que Chaplin se pegaba hostiazos y tú te podías reír sin sentirte cruel, aquí te puedes descojonar de Aina y no sentirte un ser despreciable. Entonces aparece el cuarto invitado. Marcos. Hay gente que nace mala y es mala desde la cuna. Marcos (José Luis Alcobendas) es malo de nacimiento y lleva gafas de pasta. ¿Qué tendrá que ver, diréis? Pues eso, nada. Es un hijo de puta integral desde que aparece y hasta el final. Le quieres matar. Es como esos amigos capullos que meten el dedo en la herida, que humillan como sin querer, que conocen tus debilidades y allá que van. Pues eso, es lo peor de lo peor. Un auténtico soplapollas al que querrías humillar. Bueno, pero es que es más que eso. Es un auténtico vampiro. Y no es solo un vampiro emocional. Y es en ese momento cuando el texto da un giro absolutamente magistral y lo que venía siendo una farsa grotesca (el monólogo de la lectura del "poema" no tiene desperdicio) de repente se convierte en una peli de suspense o incluso de terror psicológico. Si hasta ese momento, el texto era fabuloso, con ese giro se demuestra una maestría brutal arrastrándote  hacia otros derroteros que ni el más listo se podría esperar. Eso sí, con un nivelamen de escritura tan magistral o más. Durante toda la función se manejan las tensiones perfectamente, y el nivel de tensión va subiendo poco a poco hasta llegar a unas escenas delirantes y fabulosamente dirigidas. Las dos "partes" de la función son totalmente distintas estilísticamente pero complementarias y le dan a todo el texto una maestría pocas veces vista. 
Y los actores... sublimes. A José Luis Alcobendas le quieres arrear dos hostias nada más verle. Quieres que sufra. ¡¡¡¡¡Es asqueroso!!!!! Está perfecto. está en el punto perfecto para no convertir a su Marcos en una astracanada infumable. Markos Marín está genial, te lo quieres comer. Adorable, gracioso, pobrecillo, tontolapolla, y con su sorpresa final aunque esta en un giro argumental que quizá sea lo peor de la función. No entiendo muy bien ese giro ni creo que aporte nada, creo que no está bien resuelto. Inge Martín es que la pobrecita mía... cómo no la vas a querer si le dan por tos laos. Ganial también en su estoicismo y brutal en SU cambio de registro. Olga Rodríguez quizá soporte el personaje más soso. Está fabulosa todo el tiempo, aunque quizá la pena sea que su personaje tiene menos recorrido.
En definitiva, otro acierto más de "La pensión de las pulgas". Este espectáculo va a estar en cartel todo lo que tanto los actores como en la pensión quieran. Va a ser uno de los exitazos del año. Fijo. Si no, al tiempo. Pero es que no es habitual encontrar un espectáculo con un texto tan buenísimo y cerrado como este y un plantel de actores tan cómodos y fantásticos. Venga, llama y reserva.          

martes, 8 de abril de 2014

La visita. La pensión de las pulgas.

Hay que ser borrico para no haber ido todavía a ver "La visita". Estuvo un huevo de tiempo en "La casa de la portera" y lleva tiempo también en "La pensión de las pulgas". Pues na, hasta el otro día no hemos ido a verlo. ¡Si lo llego a saber...!
Al lío; me ha encantado. Lo primero porque me parece un pedazo de texto ejemplar. Parece que la historia está basada en un hecho real ocurrido en Holanda. Bien, pero a ese punto de partida hay que darle forma, tensión, escribir un texto que tenga el suficiente poder como para llevarte por laberintos emocionales que ni tú mismo te crees. Hay que ser muy sincero con uno mismo y muy inteligente como para no evidenciar lo evidente. El cura es malo, está claro. Pero desde el texto no puedes incidir y reincidir en esa maldad, sería un truco barato. El MAL se retrata solo. Y el MAL no tiene una sola cara. El afán que tiene ella en algunos momentos por conseguir esa firma me recuerda peligrosamente a ciertos bancos, a ciertos abusos, a ciertas empresas... y esa es otra cara del MAL. Ahí demuestra una increíble maestría Antonio Muñoz de Mesa al ofrecernos un texto donde casi nada es lo que parece y donde el "malo" lo es por lo que hace y dice, no porque se nos ofrezca como un villano al que hostiar.



Iván Villanueva te da un asco... es la encarnación del MAL total. Ese MAL asqueroso que tenemos a nuestro lado oculto tras una sonrisa diabólicamente amable. Cuanto más majo parece al principio, más ascazo te va dando. Porque te lo ves venir. Está fabuloso y asqueroso en cada gesto. Hubo un momento en el que pensé que alguien del público se iba a levantar y de iba a soltar dos hostias. ¡Y se las habría merecido! Y Rosa Mariscal se lleva el papel más difícil. Y se lo lleva hasta el sitio justo en el que resulta creíble, sincera, dura, con un puntito que llegas a dudar de ella y con toda la carga de la justicia universal vengándose de ese hijoputa. Mantiene el tipo en todo momento, incluso cuando sospechas que puede que te la hayan metido doblada y que en realidad estés presenciando un duelo de poderes a cuál más repugnante. Rosa conserva la integridad como actriz, no se deja llevar por lo fácil (cuando tú eres el "personaje positivo" es fácil ceder a esa tentación) y conduce a su personaje y su historia al lugar preciso. El duelo entre el MAL repugnante y el sistema es delicado. Los argumentos van jugando a favor y en contra de la lógica y de la ética. Y ahí en medio estás tú, queriendo matar. Y deseando que no haya justicia, sino venganza. Ese equilibrio moral lo sustentan ambos dos, Iván y Rosa, prodigiosos. 
Muy bien dirigido, con un control de los ritmos, de la tensión, del espacio y de los elementos magistral. Esa regadera... esa maceta reseca como el corazón del puto cura, esa botella de Vega Sicilia..., la jodía silla símbolo del control... todo está usado de forma consciente y justificada. Perfecto. Ni sobra ni falta absolutamente nada. Utilizan el espacio como pocas veces he visto en "La Pensión de las pulgas". Y el ritmo de las escenas es justo el necesario. Los "tempos" son perfectos y la progresión de la tensión dramática, prodigiosa. Aparte del uso de ciertas expresiones y de "iconos" como el cáliz descontextualizado, o ese platito de hostias que parecen unas almendritas. Irreverencia al servicio del corrupto. Nada es lo que representa. Todo está podrido. Ascazo.

lunes, 7 de abril de 2014

Kiss & Cry. Canal.

Más o menos, voy a decir lo mismo que con otros espectáculos que he visto del estilo de este. En realidad es como estuvieras viendo un vídeo. Vamos, que igual nos pusieron un vídeo y todos tan contentos. La única gracia que tiene el espectáculo es ver cómo corren pacá y pallá los manipuladores. 
En definitiva, la historia es pobre. Una anciana está sentada en un banco en una estación de tren y recuerda a las personas que han pasado por su vida. Con bastante ñoñería y una "poética" que a mí se me quedó totalmente ajena. Todo esto contado mediante maquetas y escenarios así como de los clicks y los deditos de unas manos haciendo de protas. 



Hay mucha pasta, claro. Las maquetas, los inventitos, los materiales, las cámaras, la cantidad de gente que hay manipulando... todo eso es un pastizal. Pero la historia es pobre, aburrida y pastelosa y la única gracia, para mi gusto es ver las maquetitas y las cositas que sacan. Pero vamos, insisto, si nos ponen el vídeo directamente, nos habría dado igual. Porque si la gracia es ver cómo lo hacen en directo...
Sinceramente, para mí tiene poco de teatro. Muy poco. Si lo tomamos como "espectáculo visual", pues vale, está muy bien hecho y todo es muy mono, pero a mi no me dice absolutamente nada. Eso sí, la gente acabó gritando bravo y de pié. Una prueba más de que el raro soy yo.

sábado, 5 de abril de 2014

Éramos tres hermanas. Abadía

¡¡¡Ay... esos programas de mano... que los carga el diablo!!! Mira que os lo tengo dicho, que os cortéis un poco. Pues nada, aquí a ver quién es más humilde. Sanchís Sinisterra empieza intentando justificar el haber masacrado el texto de Chéjov. Lo primero es que nadie le ha pedido que lo justifique y silo hace será que se siente culpable. Y luego es que usa argumentos como que Picasso hizo lo mismo con "La meninas" o Bacon con el retrato de Inocencio X. ¡Toma ya humildad! Su segundo argumento es que esa "práctica dramática" como él la llama, esté justificada por el resultado. ¡Segundo ataque de humildad!  
Y justamente el trabajo de Sanchís Sinisterra es para mi gusto el principal lastre que tiene la función. Vamos a ver, sí, me parece que como ejercicio de dramaturgia está muy bien, es muy interesante. Cambiar el orden de algunas cosas, las repeticiones de algunos textos, el intercambio de personajes. Vale, sí, muy chulo y muy interesante como ejercicio. Así como para un taller de "deconstrucción y reconstrucción de un clásico". Pero nada más. Me explico. Suponiendo que la historia hubiera avanzado y nos encontráramos con esas tres hermanas cuarenta años después... yo creo que no serían como son en esta obra. Son personajes que se quejan de lo mal que están pero que no hacen nada por cambiarlo. No soportan su vida pero no la cambian. Destino, inutilidad, vaguería, derrota, asunción. No sé. Pero no cambian nada. Así que si la historia hubiera seguido, ellas tres habrían seguido con sus vidas y ahora serían otra cosa, no tres locas atadas al pasado. Al menos no de esa forma. Son como la señora Havisham y su pastel de bodas incorrupto. O como la loca de los gatos. Y yo no veo así a los personajes de Chéjov. Así que no me creo que estas tres locas disfrazadas de Baby Jane Hudson sean Olga, Masha e Irina. Pues porque no. 




Salvado este escollo lo que queda es un espectáculo elegantísimo, montado con mucho gusto, mucha delicadeza, con unas luces maravillosas, un vestuario fantástico y un espacio interesante. Quizá tenga un ritmo un poco machacón, pero claro, casi que lo va marcando el texto (el de Sanchís Sinisterra, digo) y algo ralentizado en su parte final. Fíjate, eso suele pasar con Chéjov. Es como que costara despedirse de él. Suele pasar. Al llegar a la parte final, todo se ralentiza demasiado, como si los directores no quisieran despedirse de él, de su texto maravilloso y de sus personajes. Claro que aquí, cuando en el minuto ocho ya sabes que te van a contar tal cual la obra de Chéjov, pierde el interés casi todo. Al menos en mi caso. Me sé la historia, sé lo que va a pasar, pero no me gusta lo que han hecho con el texto y con los personajes. Es como hacer "tres hermanas" con tres locas. No. Yo quiero a las hermanas de Chéjov. Así que sí, se me hizo larga. 
Lo que es un gustazo, aparte de la embrujadora dirección escénica son las tres actrices. Insisto, yo creo que si los personajes originales hubieran crecido, no serían lo que vemos aquí. Es como si tres señoras de... cierta edad interpretaran a los personajes de Chéjov. Son ellas tres, sí, maravillosas, pero es que esos no son los personajes. Julieta Serrano es una Olga fascinante, sabia y con un abanico de recursos de mujer de teatro de toda la vida. Fabulosa.  Mariana Cordero conoce perfectamente sus armas y las usa de forma prodigiosa. esa voz, esa mirada, esa fuerza y esa presencia poderosa son maravillosas. Aunque su Natasha me pareció básica y pobretona. Y luego mi gran descubrimiento. Mamen García. Soy mu catetorro y no la conocía y me pareció un prodigio. ¡Y encima canta! ¡Y canta que te cagas! Lógicamente es la más Baby Jane de las tres pero es la que despliega mayor variedad de recursos y de dominio de la escena. Tiene algo hipnótico que hace que no apartes la mirada de ella a pesar de tener al lado a esos dos fenómenos, cada una en su estilo.    
Así que eso te cuento. Recital de tres monstruos dirigidas con elegancia y muy buen gusto pero en una obra para mi gusto, totalmente errónea.