jueves, 24 de julio de 2014

Montaldo. Ernesto Collado en el FRINGE 2014.

Ya lo dije el año pasado cuando disfruté de su "Conferencia optimista...", una compañía que se define como "compañía con ánimo", así, tal cual, a mí me me merece ya devoción absoluta. Ernesto Collado es un hombre del renacimiento, un showman o mejor dicho, un artista completo y global con un ego tan grande como su capacidad creadora y comunicadora. Es el Juan Palomo de sus espectáculos, pero viendo el resultado y analizando su capacidad creadora, no te lo imaginas de otra forma. Nadie mejor que él va a hacer nada de lo que hace. Y encima tiene una capacidad de comunicación y de "llegar" al público que sólo pueden deberse a su inmenso carisma y a su honestidad. Tiene una sinceridad de intención que le hace irresistible. Y en esta road movie de andar por casa, demuestra otra vez que es el puto amo.



La historia de Montaldo está a medio camino entre la fábula cachonda, el retrato social, el western o el descubrimiento del porqué de una vida, está contada de tal forma que te lleva por unos caminos cercanos, realistas y mitológicos con una soltura única. Ernesto empieza como termina, disfrazado de indio, y te recibe con un "yo antes no era así" que te resume lo que vas a ver antes de que lo veas. Son cinco palabras y una declaración de intenciones. Claro que antes no era así. A continuación nos contará el viaje que hizo y a dónde le llevó ese viaje y en qué le convirtió. Cómo consiguió irónicamente, encontrara un sentido a la vida cuando perdió su razón de vivir. 



Ernesto Collado es como el Travis de Paris, Texas. Hasta su figura se puede llegar a parecer, y la camisa que lleva podría ser la camisa que llevaba Harry Dean Stanton. Y esa figura larga y delgada en vez de encontrarse con una puta con un jersey de angora se va a encontrar con una leyenda igual de falsa, con un héroe de barro, un fabricante de alambre de espino. En ese camino hasta Oz se cruzará con la bruja buena del Este, la chica que nosesabecómo ayuda a su padre en las tareas de la casa y que es experta en abrazos mancos. El amor es lo que tiene; que el mejor abrazo te lo puede dar un manco y que uno puede encontrar una razón para vivir cuando cree haber llegado al final del camino. Toda esta poesía y pesadumbre las envuelve Ernesto en humor, en optimismo, buscando siempre el lado menos plomizo y dejándonos ver que incluso una puta cutre de peep show barato puede ser una princesa o que en el desierto crecen flores. 
Imaginería casi propia de David Lynch, con el porrón como símbolo de las raíces y el jabalí como animal casi mitológico, como una presencia que incluso podría ser Puck disfrazado. 
Ernesto Collado es el amo de decir lo que le sale de los cojones y como le sale de los cojones. Porque él lo vale. Porque su honestidad con la realidad es tan radial que se la puede pasar por el arco del triunfo si quiere porque nunca va a dejar de ser íntegro y honesto con su historia, con sus personajes y con sus aventuras. Este tío tiene lo mejor que se le puede pedir a un artista. Compromiso, coherencia, honestidad, libertad, profundidad, mil lecturas, dos mil capas y tres mil mensajes de consecuencia con uno mismo. 



Porque soy mayor que él, que si no... pero si yo volviera a nacer querría ser como Ernesto Collado. Es un ser que consigue por un rato hacer que la vida parezca más feliz. Tela.    

sábado, 19 de julio de 2014

Ese recuerdo ya nadie te lo puede quitar. FRINGE 2014. Jornada 10.

Ese recuerdo ya nadie te lo puede quitar.



Igual no tengo ni puta idea, pero ir a ver un trabajo de Vaca 35 es como ir a ver la esencia de las esencias llevado a su mayor esencia. Descargar de ramas y de verde la planta principal y dejarla en el tronco puro y duro, en el armazón emocional alrededor del cual se tejen los conflictos, las situaciones y los personajes. Siempre he pensado, y a riesgo de equivocarme, sigo pensando que lo que hace este grupo de experimentación es coger un texto y desbrozarlo dejándolo en su esencia pura, casi en palabras que lo definan y a partir de ahí, montar. Desde su esencia. Lo hicieron con Genet, luego con Kundera y ahora con el patrón del teatro (con permiso de William), San Chéjov.
También es verdad que "Lo único que necesita..." era en sí misma una liturgia, una ceremonia independiente con una estructura más teatral que sus otros trabajos y "Casualmente" un ejercicio de minimalismo y depuración como de joyería de alta gama. Quizá "Ese recuerdo..." sea menos teatral, puede que al final, tenga menos recorrido y sea algo más "anecdótico" pero le proceso y la depuración es igual de meticulosa y el trabajo igual de esencial. Lo malo es que nosotros como espectadores, parece que necesitamos cada vez más intensidad. Si hoy vemos una peli en la que matan a ocho y nos mola, mañana queremos ver otra en la que maten a doce, y pasado una en la que maten a cuarenta. Y yo creo que por eso la gente con la que hablé a la salida estaba un poco como tibia. A mí sin embargo me cautivaron ya desde el planteamiento.
No creo que me cargue nada por contar lo que voy a contar, pero por si acaso... SPOILER, no sigáis leyendo si queréis que TODO os sorprenda. De todas formas, creo que lo de menos es saber qué pasa. No hay efecto "sorpresa" en esta ocasión. 



Un grupo de actores se juntan para ensayar "Tres hermanas". Y al igual que en las piezas de Chéjov, empieza a salir mierda a las primeras de cambio. Y los personajes se rebozan en sus mierdas, se las recriminan, se las esparcen y se las untan unos a otros. Y como los personajes de Chéjov, se quejan de lo que les pasa, pero no hacen nada por cambiarlo. ¿Nos vemos mañana otra vez? Claro, hasta mañana. ¿Y qué hay más teatral que un puñado de actores ensayando Chéjov y sacando sus mierdas? ¿Qué tal he estado? Bien, muy bien, todo muy bien. 

En definitiva, ese ser inteligente y esencial que es Damián Cervantes ha agarrado la esencia de Chéjov y lo ha soltado en medio de un puñado de actores. Chéjov multiplicado por dos. Y encima con esos actorazos descarados y arriesgados como Mari Carmen Ruiz, única y generosa, Diana divina Magallón, Gabriela Ambriz, cruel y mala persona, José Rafael Flores, un portento de la versatilidad, y Héctor Hugo de la Peña el pólvora mortal. 




Hay muchas formas de enfrentarse a un texto. Muchas formas de entenderlo , de comunicarlo y de emocionar o de transmitir. No las hay mejores ni peores, sólo coherentes o erradas y difusas. La forma que eligen Vaca 35 es buscar, atrapar y trasladar la esencia. Y a mí me pone.

viernes, 18 de julio de 2014

FRINGE 2014. Jornada 9.

Holy Peep Show. In su chelu siat




Ya cuando ibas a pillar las entradas te visaban de que el espectáculo podría herir la sensibilidad del espectador. Yo es que para lo de tener las sensibilidades heridas soy muy mio. Y ver un nabo o un parrús o a una actriz disfrazada de monja o un un actor disfrazado de cura y que eso "hiera" sensibilidades" como que no me entra. Pero bueno, a lo que vamos. Se supone que hicimos un recorrido así como por distintas "estaciones" casi procesionales, viendo desde fuera... desde muy fuera imágenes que en momentos recordaban a Pasolini y a ratos a Fellini. Iconografías curiosas a veces, otras casi como de parque Warner, pero en definitiva curiosas, llamativas algunas e impactantes... bueno, no, impactantes ninguna. Pero sí, curiosas algunas, potentes otras, increíbles otras y otras cachondas. Eso sí, la coreo esa a pleno sol no la ubico. En definitiva, un espectáculo visualmente interesante a ratos, con una espina dorsal difusa y muy poco concreta o aplastante y con la tremenda rémora de que prácticamente todo el rato hablan en sardo. Intentan meter entre medias frases sueltas en "castellano" pero sólo consiguen crear más caos. Una frase de cada 100 en castellano no aclara nada. Y aunque más o menos puedas intuir de qué hablan y cazar alguna palabra suelta por ahí, el no cazar ni media de lo que dicen te enfría, te aleja y te distancia. Y salir de ver un espectáculo de cerca de una hora y estar igual que cuando entrase en mu triste.

Fantasía nº 10. La alegría de vivir.





Pues mira, no sé muy bien cómo diseccionar este espectáculo. Sólo te diré que ha sido, hasta el momento el que más me ha gustado, con el que más he disfrutado, el más innovador, el más original, el más completo, el más cañero y el que teniendo la "filosofía" justa, esta es total e incisiva. El análisis de determinados comportamientos humanos está hecho a golpe de ocurrencia que aparte de ser graciosísimas son cañeras y maravillosamente ilustrativas. Manuel Bonillo, responsable junto con la compañía Vladimir Tzekov de esta aplastante visión del ser humano, de sus miserias, de sus lamentos, de sus hipocresías de sus taras y de sus fidelidades. Os aseguro que disfruté como hacía tiempo y reconozco que habla de las cosas en el tono que me gusta, desde el sitio que me gusta y encima de una "forma" que es la que yo querría ser capaz de tener. El momentazo "soy muy buena persona, confía ne mí, ¿pero no te da vergüenza lo que acabas de hacer, hijo de puta?" es de lo mejorcito que se ha visto en un teatro en la vida. Los putos amos del FRINGE. Y pongo los nombres de todos ellos porque todos son únicos y geniales. Y porque me da la gana, qué coño. Manuel Bonillo, Raquel Crux, Santiago del Hoyo y Francisco Muela. Los amo a todos, quiero ser su amigo, quiero irme con ellos a recorrer el mundo!!!!! 


Caballitos de anís.




Mira, lo primero que voy a hacer es poner un enlace para que tenga banda sonora este comentario. Sólo he hecho algo así con un espectáculo de Vaca 35 que también lo necesitaba. Y es que este "Caballitos de anís" de Impromptus investigación teatral lo necesita. Venga, dale al enlace.

caballitos de anís


Y ahora vamos a lo que vamos.
16 minutos de no parar. Rodolfo Sacristán y José Juan Rodríguez  literalmente no paran de un lado para otro del tejado de Matadero. Otro escenario mítico, donde vimos el año pasado lo mejor de lo mejor, ese "Diario de un loco" de Luis Luque. Bueno, pues el genio se ha quedado flotando durante un año por ese tejado sorteando engendros que han asomado por ahí hasta encontrarse con estos dos actorazos, que sin apenas hablar te llevan por donde quieren. Y cuando hablan, más. Son casi dos personajes Becketianos, sencillos y complejos en su capacidad. El espectáculo es un juego cruel con dos seres que se juntan, se separan, se necesitan, se evitan, se complementan en una coreografía genial y naif. Visualmente muy acertada, dramáticamente acertadísima también y encima con la colaboración especial de ese ser, que convierte el espectáculo es una mezcla de casa del terror y de "No te rías que es peor". La bruja mala del oeste aparece por los altavoces y en ese momento quieres morir. O matar. Y como en la canción, cambias el estribillo y gritas mentalmente como Corcobado. Y te das cuenta de que con esa personaja, has conseguido tener en el tejado a la mayor cómica, a la payasa mayor del reino en diferido. Y quieres saltar y bailar con ellos dos, agarrarte a sus cinturas y ser el tercero. Pa soltar, más que nada. Tarde noche completa, y os aseguro que junto con "Fantasía nº 10", lo mejor del FRINGE. Y en sólo 16 minutos. ¡¡¡¡Brutal!!!!      

FRINGE 2014. Jornada 8.

Hier nu.




Sergio Moya es el intérprete de esta coreografía de Rocco Vermijs sobre hombre obsesionado y el mundo que le rodea y le agrede. Buen bailarín para una coreo que aunque tenga varios premios, no logró transmitirme nada especial. Correcto trabajo, correcta propuesta... y a por otra cosa. 


Latente.




Pues lo que son las cosas, de danza a danza. Y del plató de la cineteca al almacén, por donde han pasado algunas de las mejores cosas que se han visto en el FRINGE. Paula Quintana crea e interpreta esta pieza en la que en 20 escasos minutos, te transporta a un mundo onírico tan real que te toca el corazón. Ya en un trabajo anterior Paula me había parecido una mente muy lúcida e interesante aparte de una gran bailarina, claro. Muy buena idea, muy buena intérprete y muy buen resultado. 


El estanque de los mártires.




Zoilo Carrillo es el autor de este texto ambicioso y tremendo, plagado de referencias, de giros, de situaciones enfermizas y de conflictos de poder, de dominaciones, de ruindades y de puyas malignas. 
El espectáculo transcurre en dos espacios. Primero estamos en la mansión de una pareja de ricachones, de dos seres ya enfermos. Ella de un ego raro y descolocado, posible "mito" para muchos pero una ruina en realidad. Él es un chulángano de vuelta de todo (o eso cree) admirado y prepotente. En ese mundo suyo enfermo y enfermizo irrumpe otro submundo en forma de follaje que invadirá su casa, sus almas y sus relaciones, convirtiendo a esta pareja de fantasmones en dos fantasmas que deambulan y medio sobreviven en el segundo espacio, una especie de jardín de los pecados y de las miserias, alrededor de un estanque que siempre tiene el agua limpia y donde deberán lavar sus miserias más podridas si es que sus egos se lo permiten. 
Vayamos por partes. Creo que el texto es una mezcla de miles de referencias unidas en una red algo deslavazada. Yo veo a Lossey, incluso a Buñuel, a Ripstein y a Giorgos Lanthimos. A mí no me molestan las referencias, es más, a veces hasta me gustan. En este caso me molan, pero creo que por algún motivo, toda la espesura de un texto tan marcadamente simbólico, queda un poco disuelta en sí misma y no termina de tomar cuerpo. Falta "algo" que realmente amalgame toda esa madeja de taras y ahí algo falla, no sé qué, pero algo falla. Y el texto se queda cojo. Y te diría más. A pesar de la hora y media larga que dura, se queda hasta precipitado, como si todas las escenas necesitaran más desarrollo. Claro, es tan heavy el mogollón en el que se mete Zoilo, que habría necesitado más tiempo para darles más coherencia  a los conflictos y a los símbolos. Y si en el primer espacio, este "problema" es jodido, porque marca el arranque de la historia y tu conexión con lo que pasa, en el segundo hay que sumarle el componente simbólico. Las metáforas y los juegos simbólicos funcionan a medias y siguen arrastrando un lenguaje dramático vacilante. El simbolismo y lo onírico no ayudan. Como tampoco ayuda ese espacio fabuloso, bellísimo, pero que les suponen problemas "técnicos" de entradas y salidas, que son una putada porque son totalmente técnicos. Creo sinceramente que este texto necesita pasar por un tamiz, meterle mano a conciencia, dejar todas las ideas buenas que tiene (que son muchas) y darle otra vuelta para intentar dejarlo en algo más concreto, más aplastante y más demoledor, porque en este caso el hecho de que haya muchas vueltas y revueltas no ayuda, sino que diluye. Las tormentas de ideas son fabulosas, pero luego hay que elegir, descartar, sacrificar o modificar para dejarlo en la esencia. Y si lo dejamos en noventa minutos realmente brutales, pero brutales de verdad, esto merecería un escenario en condiciones, grande, tocho, de pedazo de teatro. Carmen Mayordomo está tan efectiva como siempre, en su registro de locura y risas que hacen que siempre esté bien. Aunque le falta un poco más de registro de "verdad", de cosa íntima y pequeñita. Pero solvente y madura como actriz. Fran Arráez domina la escena, va y viene como le da la gana y no se corta con nada aunque... a veces quizá peque un poco de intentar no dar la espalda y quedarse demasiado frontal. La entrega de ambos es innegable, se dejan todo y lo dan todo, pero yo noto quizá (igual me equivoco y por dios, perdonadme, no lo digo por joder ni mucho menos) como si faltase rodaje, ensayos. Está algo envarado todo, falta el toque orgánico, que sea todo un fluir más natural. Eso lo dan los ensayos y las funciones, y espero, de corazón que se harten de funciones por toa España. 
Ah, que no se me olvide... escenografía prodigiosa y una labor de producción de esas de quitarse el sombrero. Ejemplar.    

miércoles, 16 de julio de 2014

FRINGE 2014. Jornada 7.

Suit.Case.



Espectáculo visualmente muy poderoso, con imágenes brutales y una estética impactante y visualmente muy llamativa y atractiva. Aunque la verdad es que no bailan demasiado, y el discurso se pierde un poco de lo muchísimo que retumba la nave 16. A ratos parecía un poco uno de esos ejercicios de primero de interpretación en los que te decían: "ahora sois todos un fruto seco", y toda la clase acababa revolcada por el suelo gimiendo y retorciéndonos. Pero indiscutiblemente es un espectáculo poderoso visualmente y sí, te tiene pegado para ver qué pasa. Pero un poco frío.   


Le buffet.

Pues mira, sinceramente me parece una chorradilla. Te dan un menú, eliges cinco platos (conceptos) y luego entras en un espacio donde te mueres de calor a chorro limpio y donde te pasan unas imágenes que ilustran los "platos" que has elegido. Lo malo es que son vídeos un poco chorras o de esos que has visto en el Facebook de la gente o en youtube en tardes de esas en las que te da por buscar vídeos de misses tropezando. Una chorradilla, en definitiva. Inocua, eso sí, pero no dejan de ser 2 euros. Nada que ver con la APNEA del año pasado. 


Tres en coma.



Recuerdo la primer vez que me subí a un escenario. No recuerdo la primera vez que me llevaron al teatro. Recuerdo momentos mágicos, milagrosos. Recuerdo esa sensación de sentirte transportado a otra realidad interpretando y viendo interpretar. Recuerdo haber reído y haber llorado en un teatro más que en la vida misma. Recuerdo las sensaciones encima de un escenario cuando se producía la "magia" del momento único e irrepetible. Pero no recuerdo haber visto nunca nada como "3 en coma". Desde el comienzo hasta el final es una cosa inenarrable. Te juro que todavía no sé si ellos son así a propósito o si están "haciendo" que son así. Lo que es verdad es que ese tono y ese lenguaje no es el que yo busco en un teatro. Después del arrollador éxito de la adaptación de la obra de Shakespeare para convertirla en "Los Mácbez", Cavestany da el resto en la ristra de chistes que suelta por esa boca el prota, un señor en coma que se empieza a comunicar con el mundo exterior y se convierte en monologuista ¿cachondo? Se oyeron cuatro risas con el primer chiste, tres con el segundo, dos con el tercero y así hasta el chiste 296, con el que lo que se oían eran los grillos de la calle. Y también te digo, que para ser el estreno y estar plagado de colegas, los aplausos fueron ya no tibios, sino fríos de cojones.  


20 de noviembre.




La compañía vallisoletana Rayuela presentó en la sala 2, un montajazo dirigido por la multipremiada Nina Reglero. Y debo decir que yo personalmente, me quedé pegado a la butaca. 
La historia es brutal, tan brutal como la vida misma y la forma que ha elegido Nina (no se puede tener un nombre más teatral) es igual de brutal. Igual meto la pata y no era lo buscado, pero en apreciaciones estéticas cada uno ve las cosas de una forma. A mí me pareció que la estética, lo que visualmente yo veía, me llevaba a un universo "punk". Me sentía como en un rollo años 80, punk, alemán, con toques casi de Koltès pero con la rabia más a flor de piel. En la piel de ese monstruo que es Raúl Escudero, que no puede dar más de sí. Entrega todo, cuerpo y alma en un ejercicio salvaje al que si hay que ponerle algún "pero" es quizá algún problemilla de dicción, pero ¡¡a ver quién es el majo que se presenta en la 2 del Matadero soltando bilis por la boca, derrochando energía y adrenalina como un salvaje y no roza alguna palabra!!
Genial utilización de vídeos y luces, música brutal, desgarradora, videoproyecciones que te suben el nivel de rabia y todos los elementos de la función enfocados en subir el nivel de desasosiego de tal forma, que a mí me faltó na y menos para saltar, quitarle la ametralladora de las manos y lanzarme a tiros yo mismo. 




Por rebuscar algo así más flojo... quizá los puntos álgidos de la función sean demasiados. Quiero decir, que cuando hay un pico de tensión, a continuación, decae mucho. Claro que hay que respirar, porque si no, el público no lo aguantaría, pero tras un momento clave, lo que viene después decae demasiado. Y es que hay muchos puntos álgidos. E incluso tienes la sensación varias veces de que es el final, que se ha acabado y que no hay nada más. Y sigue. Esa mesura en la tensión, para mantener el interés y el culo apretao tol rato sin que decaiga sea lo más jodido y hay veces en las que el interés sí decae. Pero es que todo es tan brutal que mantener el listón al 125% todo el rato, sin parar, sería demasiado. Bravo por traer este espectáculo salvaje, brutal, y descarnado. Y desde luego mucho más efectivo a la hora de mostrar la mierrrrda de esta sociedad que muchas otras críticas más... facilonas. Un imprescindible. 

domingo, 13 de julio de 2014

FRINGE 2014. Jornada 6.

Ultrainocencia.



Es preciso ser utrainocente para creer en según qué cosas. Hay que ser ultrainocente para conseguir que de sentido a tu vida determinada imagen, determinado icono, o incluso determinado profeta. Hay que ser ultrainocente para que la fe mueva montañas, para que una moto de sentido a tu vida o para abrir un melón que se aparezca la cara de Santa Gemma. David Climent y Pablo Molinero se pasan por el rosario de su madre todo y a todos. Todo tipo de creencias, todo tipo de necesidades. Dos cachondos mentales que dan caña por doquier y con los que te partes el culo. ¿Irreverentes o ultrainocentes? Hay que ser ultrainocente para creer. Otra cosa es que no quieras creer.   


Los gorgoritos y sus motores.



Hay cosas que resulta difícil definirlas, hay momentos en los que no das crédito y cosas que te hacen definir el momento. El de anoche fue... inenarrable. 
Cualquiera de las muchas y variadas partes que acaban componiendo esta... ¿"radioperformance"? es más absurda, antigua, pasada y hortera que la anterior. El momento transistores, el momento "Tutti frutti", el momento relato orgásmico (o problema estomacal, no lo tengo claro), el momentazo "mujeres que han hecho cosas importantes en la historia", me sirvieron para fijarme en la iluminación de Matadero, en el anochecer tan chulo que hubo el sábado, en pensar a ver cuándo coño hago la compra mañana, y en lo supermegamoderno que resulta en 2014 el "O Superman" de Laurie Anderson, tía.  

FRINGE 2014. Jornada 5.

Nadia




Nadia es uno de esos espectáculos en los que puede parecer que si no te gustan, es que eres un asqueroso que no respetas ni valoras y que no respetas a la protagonista.
Voy a ver si me explico. No me gusta que salga el director al comienzo a explicarme qué voy a ver y cómo funciona. Pero bueno. La historia es terrorífica. Una chica afgana sufre las desgracias de la guerra, acaba en un hospital y cuando por fin lo abandona, marcada de por vida, se tiene que hacer pasar por chico para poder trabajar. Pasa por mil penalidades, claro. Su historia es terrible y te la cuenta ella misma, en español, eso sí, un idioma que no es el suyo. La chica no es actriz y te lo avisan, Vale. Lo que acaba sucediendo es que lo que pretende ser fresco, natural y espontáneo, resulta artificial, excesivamente premeditado y totalmente antinatural. Su narración pretende ser natural y fresca, pero ves que la chica no habla su idioma, sino que recita un texto aprendido de memoria. Que vale, que tiene un mérito infinito, eso no lo discuto. Y que la historia es brutal, tampoco lo discuto. Simplemente digo que el resultado teatral consiguió al menos en mi le efecto opuesto al que busca. Me distanció, no me creí nada (teatralmente hablando), no simpaticé con ella y el hecho de que tanto el director como el escenógrafo estuvieren en escena deambulando, sonriendo cuando se suponía que yo debía sonreír... no me gustó nada. 
Ella no es actriz, vale, pero está ejerciendo funciones de actriz, ¿no? Pues yo esperaba que el resultado fuese más efectivo. Quiero decir que si yo aunque avise de que no soy músico, si toco un concierto de piano, debería tocar medianamente. Vuelvo a insistir en que respeto su historia y su trabajo. Pero quizá no sea le medio más apropiado para contar su historia. Y para que la cuente ella, cosa que es un puntazo. Pero quizá un documental o unas conferencias serían más apropiadas. No sé, ya digo que en mi caso, el efecto que consiguieron fue el contrario al que pretendían. Una pena. 



Indomador




La compañía Animal Religion trae este espectáculo y por fin voy a verlo. Lo he tenido que descartar otras veces que me lo he encontrado en una programación (Fira Tárrega, Valladolid...) y ahora ya por fin, de una puta vez, fui a verlo. Y flipé. 
Acojonante. Espectáculo con su poquito de danza, su poquito de teatro, su bastante de circo, su muchísimo de sentido del humor y su todo de concepto estético global donde se exprimen al máximo las posibilidades estéticas de los elementos. Acrobacias en tacones, cucharas que entran y salen, equilibrios, látigos, muñecas decapitadas, una iconografía brutal y un actor/ejecutante/hombre orquesta que es un portento de la naturaleza, Quim Girón. Hacedme caso, si lo veis por ahí en algún sitio, no lo dejéis pasar. Id a verlo, es una puta gozada.         

FRINGE 2014. Jornada 4.

Current location.




Fellswoop Theatre traen al FRINGE un espectáculo titulado "Current location". Según la ficha los intérpretes son "seis actrices y un músico electrónico". Pobres chicas, lo mejor del espectáculo son ellas, esas seis actrices anónimas. Al "músico electrónico" no lo recuerdo, no recuerdo que hubiera música. Ah, bueno, igual sí, cuando cantaba el coro. Puede ser. En cualquier caso, también tendrá nombre, supongo.
He leído por ahí, aunque no sé si es idea de la compañía establecer esa comparación, que este montaje es un mezcla de Lars Von Trier y Peter Brook. Pero vamos, si cualquier cosa en la que no hay escenografía y  los actores se sientan alrededor del escenario es mezcla de Von Trier con Peter Brook, que baje dios y lo vea. Ni por asomo.
La historia y el planteamiento son interesantes. "Alguien" decide que "algo terrible va a pasar" y desde ese momento se desatan las suspicacias, la necesidad de posicionamiento, la obligación de decidir si crees que sí o si crees que no. Y por supuesto, que ni se te ocurra sembrar ningún tipo de duda. Como le sucede a la pobre Hanna, que sin hacer absolutamente nada, provoca reticencia, siembra una "amenaza fantasma" que hace que el grupo, la masa que necesita sentirse apoyada y en la que todos los miembros se cubren unos a otros, decida terminar con esa amenaza. Eso sí, también hay una "liberación" al alcance de todos. El milagro, lo absolutamente increíble. 



Individuo frente a grupo. El terror inventado. La individualidad que se enfrenta a lo establecido. La desestabilización del grupo. Las amenazas inventadas pero no cuestionadas. Son temas todos ellos muy interesantes y en ese sentido, la metáfora funciona y es incluso muy bella. Pero es la propia puesta en escena, fría, distante, sin ninguna implicación lo que lastra el resultado. Ellas, las actrices anónimas están bien, componen bien sus personajes y hablan que es una delicia escucharlas. Pero la puesta en escena es totalmente antimágica. No hay iluminación (y claro, en un determinado momento ya no ves un cagao y tienen que encender los fluorescentes de la sala y queda horrible) y no hay nada que arrope un pelín el trabajo pretendidamente metafórico y mágico de las chicas. También te digo que podíamos ser 12 espectadores, con lo cual, cualquier asomo de momento mágico o de hecho teatral o de comunicación se quedó no ya frío sino ultracongelado. Una lástima, porque creo que la historia, el texto en sí y la metáfora, aunque naif, era preciosa.      

jueves, 10 de julio de 2014

FRINGE 2014. Jornada 3.

Segismundo sueña.



Adueñarte del texto de Calderón para destrozarlo y meter palabros y expresiones tipo "treding topic", "crowfunding" o "hastag" y ya está me parece casi un delito. Este texto que han presentado no tiene gracia, es una especie de panfleto como político o no sé qué que no tiene mucho sentido. Si lo que pretendían era trasladar el monumental texto de Calderón a la época actual (o futura, no sé) y buscar más metáfora donde ya hay la suficiente... como que no les ha salido. Además tanto la escenografía, como las interpretaciones se quedan a medio camino de algún sitio. Salvo Jorge Basanta, que pelea con un personaje enorme pero montado desde un punto de vista raro, impreciso y más marcado por un texto y una acción escrita que por un desarrollo lógico.

Intáctil.



Espectáculo de danza en la que me dio la sensación de que ellos no eran ningunos virtuosos. Pero vamos, digo que me dio la sensación porque estaba sentado en una silla en la parte de atrás. Lo de estar tirado en un cojín es una tortura para mi espalda y para los numerosos señores y señoras mayores que naturalmente no se van a sentar en un cojín en el suelo. Total, que desde las sillas no se ve nada del trabajo que hacen el el suelo. Si están de pie y tal, vale, pero en cuanto se van al suelo, olvídate. Pero bueno, por lo que vi, me pareció un espectáculo correcto, simplemente correcto.  


YI-HA



La compañía Los Moñekos traen un espectáculo de danza al plató de la Cineteca. Una señora con un bebé y otra con una niña de cinco o seis años muy parlanchina nos animaron la media horita que estuvimos allí. El bebé con sus quejidos y llantos lógicos y la cría con sus narraciones no tan lógicas. Desde luego ilógicas las madres, pero bueno, ese otro tema. Otro día hablaré de las pulseras de medallitas, de los abanicos, de los putos caramelos, de los whatsapps, de las alarmas de los Casio y del olor a pies. Pues nada, que este espectáculo es una especie de "duelo" divertido. Divertidos los primeros cinco minutos, porque a mí particularmente se me acabó a los cinco minutos. Tenían ideas interesantes pero como estiradas o hiladas de una forma poco mágica. Pero bueno, el espectáculo funciona y entretiene aunque le falte algo, esa chispa que lo convierta en algo especial. Bueno, y eso de que desde un escenario se diga: "anda, ves, ves tú. Venga, ves. Ves, mujer". Me parece muy fuerte. Desde un escenario uno tiene la responsabilidad de al menos hablar correctamente (a menos que esté justificado el hecho de cometer faltas o hablar incorrectamente). Ya casi podemos dar por perdido el uso correcto de los imperativos, pero seguir alimentando esos errores como este o como el consabido "delante mío"...  

miércoles, 9 de julio de 2014

La noche justo antes de los bosques. FRINGE 2014.

Escribo una entrada aparte para este espectáculo porque es un pasote y se lo merece. Así de claro y así de tajante.



Como con cualquier texto, hay varias opciones para contar lo mismo. Vamos a dar por hecho que el director entiende el texto, sabe lo que quiere contar, decide desde qué sitio quiere contarlo y lo cuenta. De los muchos sitios desde donde se puede contar, en este caso Roberto Romei ha escogido uno, el que él ha querido y desde ahí nos cuenta la historia de este hombre que aborda a otro una noche en un callejón para pedirle fuego. Digo todo esto porque hace poco tuve el placer de gozar de otra lectura del mismo texto en "La puerta estrecha". No tiene nada que ver. Pero nada. Y ambas lecturas e interpretaciones (del texto, digo, no las de los actores) son coherentes, válidas, maduras y tremendamente salvajes. No voy a hablar de la otra, voy a centrarme en esta. 
En este caso, Roberto Romei, el director, el artífice, el intérprete de ese vómito que es el textazo de Koltès, ha escogido contar la historia de este ser desde la Tierra. La Tierra como realidad, como lugar donde crecen las raíces. El monumento de Koltès está contado desde lo físico. No hay aquí lugar para lo "universal", para lo simbólico, para el masculino plural. El tipo que te aborda en la calle (literalmente) es un desarrapado de carne y hueso, un tirao, un ser de carne y hueso. Y desde ahí te comunica y te contagia la terrorífica angustia de ese ser diferente, único, corriente, despojado, extranjero, ese ser que pota bilis social y que con cada palabra pega un bocado a la sociedad. Pocos textos hay tan salvajemente antisociales. Y ese vómito desde las tripas parece escrito a propósito para contarlo como lo hacen Roberto Romei y ese ser superdotado que es Óscar Muñoz, el actor, o mejor dicho el médium que presta su físico para que este inadaptado o excluido (no sé qué es, la verdad) circule por Matadero y te lleve a su mundo y a sus imágenes con esa magia potente que sólo te transporta cuando el hecho teatral va más allá de la realidad y entra directamente en tu vida.    




Si queréis vivir una "experiencia" teatral única, desgarradora, visceral, brutal, demoledora, que os arrase emocionalmente, no os deberíais perder este acontecimiento que insisto, va más allá de un mero hecho teatral. Lo de estos dos seres no tiene nombre, no tiene calificativos, es puro Koltès, pura rabia, puro vómito.    

Y ya como puro cotilleo... yo no hablo francés, pero... me da la sensación de que el título no está bien traducido. No sé, yo creo que de lo que habla más bien es del límite del bosque donde está pertrechado ese tirador, esperando que asome el morro cualquier "diferente", cualquier "extranjero" para acabar con él. Si alguien me pudiera aclarar cuál sería la traducción del título original...  

martes, 8 de julio de 2014

FRINGE 2014. Jornada 2.

El domingo solamente vimos un espectáculo. 

La ceguera no es un trampolín.



Reconozco que no había mucho público y que hubo un par de deserciones durante la función. También te digo que cuando se terminó, a mí se me había quedado cara de rodaballo. Yo no sé si no me enteré de nada o si me enteré de lo que me querían contar. De ser así, confieso que me pareció demasiado pedante el tono elegido y demasiado denso y enrevesado el mensaje. Vamos por partes. Los tres actores aparecen vestidos y maquillados como si fueran una mezcla de personajes de "La naranja mecánica" con los maniquíes estos de las simulaciones de los accidentes de coche.



El caso es que yo lo que creo que me contaron era algo así como que tenemos pánico a pensar, a expresar ideas o a crear pensamientos y expresarlos. Somos reacios a exponer nuestras ideas o pensamientos, porque una vez creados, tienen vida propia y no podemos controlar ni hacia dónde van ni su efecto. Ese miedo a pensar y a expresar ideas se convierte en recurrir a frases hechas, a "plantillas" o estereotipos, a tópicos que nos piden poca implicación y tras los que nos sentimos a salvo. 
Ese miedo a usar la palabra y a su poder revolucionario nos tiene acojonaos, esperando el impacto del coche del que somos maniquíes, o de la "ola" esa de la función de la que sólo nos salvamos si recurrimos a tópicos o a frases inconexas, sin consecuencias.
También hay algo por ahí como de recochineo con el cambio "ejemplar" alemán tras la caída del muro, pero eso me interesa menos.
Vamos, igual me he montado yo una paja mental que te cagas y para nada hablaban de esto, pero... es lo que yo saqué en claro. Eso sí, todo envuelto en una especie de verborrea hiperdensa. En serio, creo que tenían que habernos pasado el texto unos días antes para haberlo estudiado. El texto era tannnnn denso que intentar exprimir tannnta intensidad en unos sobretítulos que iban a toda leche... era realmente complicado. Digo, eso en el caso de que me haya enterao de algo, porque igual ni lo he olido. 
Interesante propuesta aunque quizá demasiado espesa y cargante. Parecía un poco densa porque sí, por darle pedantería... digo... intensidad de forma algo premeditada. Hombre, es una opción, claro, y muy respetable, pero me temo que eso hizo que todos termináramos con cara de figurita de Lladró.    

domingo, 6 de julio de 2014

Quizás amar... El Umbral de primavera.

La propuesta que la compañía Vía Muerta ha estado presentando en "El Umbral de Primavera" es un experimento emotivo y sensorial que te lleva a terrenos pantanosos.
Dos historias, dos mundos, dos épocas, dos planteamientos estéticos, dos relaciones, dos barreras insalvables. O no tanto. En definitiva, el amor ha sido y es siempre el amor. Y decidir entre el deber y el querer también. Deber y  querer, corazón y cabeza, amor y obligación, futuro y presente, aventura o seguridad, tripas o coco.



Dos actores, un espacio sugerido y simplemente limitado, dos seres que te reciben con la soledad en sus ojos. Jorge San José es el hombre. El deber y la pasión. Dos registros opuestos e igual de convincentes. Gran trabajo lleno de verdad. Mónica García-Ferreras es un animal del escenario. Da vida a dos personajes antagónicos con una riqueza de matices y con una verdad interior alucinantes. Actriz entregada y llena de dramatismo desde la mirada hasta la tensión corporal. una gozada disfrutar de una actriz sabia, de toda la vida, de las que han currado como locas durante años y años y transmiten esa sabiduría. Sólo hay que ver cómo mira y cómo escucha. 
Eso sí, el espectáculo tiene una pega. Que dura poco. Cuando por fin consigues centrarte en la función, casi se acaba. Yo quería más y más y más. 
Creo que de momento han terminado en "El Umbral", pero estoy totalmente convencido de que cualquier programador medianamente inteligente se los llevará a su sala ya mismo, así que... al loro, y en cuanto los veáis por ahí anunciados, a pillar entrada.  

FRINGE 2014. Jornada 1.

He pensado en ir haciendo un pequeño resumen de lo que vayamos viendo cada día en el FRINGE de este año. Quizá no sirva para nada, pero... si alguien siente curiosidad por saber mi opinión... ahí va.

Motor vehicle sundown.




Primer espectáculo que vemos y primera decepción. Un coche en medio de Matadero, la gente pasando por ahí, lógico, y hablando, normal. Tú te pones unos auriculares y te van contando una historia por ellos mientras te guían dentro de ese coche. Caloraco y el audio bajísimo. Tan bajito que casi no oyes la narración. Entre que te mueres de calor, que oyes mucho mejor a la gente que pasa por tu lado, y que la narración es espantosa y el texto, una colección de frases de carpetera transcendente... empiezas a sentir cómo los minutos pasan cada vez más lentos y sólo deseas salir huyendo de ahí, tomarte una cerve helada y volver a agradecer que el mundo sea otra cosa. Vamos, que el mérito de este "espectáculo" es el texto que alguien escribió. Nada más. Lo bueno es que es muy "exportable". Sólo tienes que mandar el MP3 por email. Y en cada sitio, que busquen un coche y compren unos auriculares en los chinos. En definitiva es una audioguía pretenciosa. Encima hay un par de detalles que mejor me los callo, para no herir susceptibilidades. La narración... horrorosa. Por el amor de dios... en castellano NO existe el fonema "v". Se pronuncian igual la B y la V. No existen los "fampiros" y en el campo no pastan las "facas". Es de primero de locución.

Fäden Ziehen + Je-Me.app



Dos piezas mezcla de música en directo y trapecio. Dos concepciones distintas pero bastante complementarias del trabajo en el trapecio y de la ambientación musical. ¿Quién maneja los hilos, la trapecista o el músico? Amor y dependencia en dos número muy monos.


30 Cecil Street.




Dan Canham ofrece un espectáculo de danza con un planteamiento según el programa, bastante atractivo. Aunque luego, en la práctica, resulte un poco más light de lo que se esperaba y quizá demasiado corto. Buena historia para un resultado... correcto. 


Exposure.




Interesantísima performance de Jo Bannon. Íntima, se entra de uno en uno y la performance es totalmente privada, de tú a tú con la artista. No se puede desvelar nada para no estropear tanto el efecto como el planteamiento de la performance. Sólo diré que es fascinante. 11 minutos de irrealidad en el famoso "almacén" donde el año pasado irrumpieron Vaca 35. La pega: la narración. Es la misma que en lo de "motor vehicle sundown" y es igual de afectada e irritante. Menos mal que esta vez conseguí eludir su efecto y estar a lo mío.   



A western.




Terraza de la cantina, te pides tu cervecita y pillas mesa. Y comienza una historia fría y desmitificadora de las pelis del Oeste. Dos actores, narrando e ilustrando lo que cuentan. "Escena uno: el malo aparece a caballo en el pueblo". Y hacen una cachondada. "Escena nueve: el duelo". Y así una sucesión de escenas recreadas cachondas, a base de ketchup e interacción con el público. Todos nos reímos mucho pero... al final te das cuenta y echas en falta que te hayan contado una historia. No hay historia, no pasa nada, sólo es una sucesión de cachondadas con las que pasas el ratejo y ya está. Demasiado vacío. Aunque pasar un rato divertido siempre está bien. Pero un poquito más de chicha...

miércoles, 2 de julio de 2014

Yernos que aman. La pensión de las pulgas.

Un cupcake en el fondo no es más que una magdalena de toda la vida pero con costra de colorines. Y una vida enferma, por muy decorada que esté, es una vida enferma.
Este es el segundo espectáculo que veo de Abel Zamora y debo confesar que ha ganado muchísimos putos conmigo con este segundo. Y no es que el primero no me gustara, pero me dejó un poco bluf.
Pero ahora de lo que se trata es de hablar de "Yernos que aman", no de otras obras, así que... al lío.

SPOILER


Retrato de familia revenía y desestructurada en la que el poder lo tienen casi tanto las ausencias como las presencias. La ausencia del padre provocó que en su momento la madre huyera y ahora haya vuelto envuelta en ansias de cubrir las necesidades de todos menos las suyas propias. No deja de ofrecer un cafetito, o una mandarina, o un bocadillito, aunque no tengas hambre. Que no te falte de nada, que bastante te ha faltado hasta ahora. Esa Mamen García se siente culpable por no haber estado. La ausencia del padre queha marcado su vida. Y su deseo de amar, o de ser querida. Ausencia de auto estima es la que siempre ha tenido esa pobre María Maroto, carente de personalidad, amor propio, dignidad... aunque sea la única que tiene un hada madrina. Ausencia de escrúpulos de Juan Caballero, asqueroso hijoputa sin redención posible. Aunque igual la suya sólo sea una forma diferente de amar. O de calentarse. A saber. Claro que esa crueldad está bastante alejada del amor. O no. Ausencia de horizonte y de sentimientos la de Mentxu Romero, tiranizada, cabreada con el mundo menos con su ogro particular, ausente de humanidad y de sentimientos. Incapaz de llorar la muerte de su hermano. Ausencia la de Marta Belenguer. De respeto, de amor, de confianza, de humanidad. Incapaz de aceptar un fracaso, patea la pierna del ser al que culpabiliza de todos sus males, un ser indefenso y falto de dignidad, sí, pero más honrado. Ausencia gorda la de Abel Zamora. Él es el yerno y ha perdido a su amor. Se le ha muerto su enamorado, la razón de vivir. No soporta su ausencia, aunque su "presencia" sea... algo más que cruel. 



El tremendo daño que provocan las ausencias en absolutamente todos los personajes no es nada comparado con el daño que provocan las presencias. Todos ellos tiene a alguien al lado o cerca que les destroza la vida y les hiere más que las ausencias torturadoras que cada uno sufre. Aunque sea "por amor".
Todos los actores están fantásticos. Cada uno con su registro y en su parcela están magistrales. Mención especial para Juan Caballero, un todoterreno que lo mismo te salta de un coche en el que recoge a una autoestopista a una pelu o a Génova y siempre parece que es su hábitat natural. Es acojonante la facilidad con la que cambia de registro este portento de actorazo. Por no hablar del mazazo que te provoca tras ese golpe en la mesa, cuando aparece su verdadero "yo". Bestial. David Matarín está pa comértelo, pero claro, tiene el papel bombón. A Mentxu Romero en cambio, la vuelvo a ver metida en unos vericuetos emocionales  en los que no la veo cómoda. Se esfuerza por llorar, pero no es orgánico lo que le sale. Me temo que va tener que seguir buscando. Que quede claro que no cuestiono su inmensa capacidad como actriz, ni mucho menos, pero para mi gusto, los directores la meten en terrenos emocionalmente muy densos pero es como si la dejaran sin herramientas. La teoría esta clara, pero no termina de dar con los recursos para hacer de esos torbellinos algo realmente integrado.



Y el gran mago de toda la función es el autor, director y actor Abel Zamora. Claro, como es el que manda, se da el gusto de montarse su momentazo con banda sonora y coreografía. Olé. Y muy bien que hace, ya te digo, yo haría lo mismo. Se merece el momentazo por ser el artífice de que todo este embrollo que bordea el esperpento en todo momento, se quede ahí, justo en el límite del abismo. En el punto ideal para hacer de esta función un gustazo para TODOS los sentidos. Bravo, bravo y bravo. La única objeción que le pondría a su trabajo es que tiende a volverse un poco espeso en algunos momentos. Vamos a ver, estamos ante una familia casi "almodovariana", incluso con citas, referencias y golpes que quizá de forma un poco pretendida, mantienen este dramón en un punto de irrealidad interesante. Pero tiende sin embargo a volverse dramático y transcendente y ahí, al cambiar el registro, se diluye un pelín. Elegir el sitio desde el que se quieren contar las cosas es tan importante como las propias cosas que se quieren contar. Y dominar el cambio de registro sobre la marcha es muy, pero que muy jodido.Y mantener el interés durante casi dos horas con esa mezcla de tonos, registros, distancias, puntos de vista e incluso de estéticas... más jodido todavía.