lunes, 13 de mayo de 2013

La Copla Negra. Valle Inclán.

Ir un domingo a las 6 de la tarde y meterte en el teatro en pleno Lavapiés en vez de tirarte en una terracita a tomarte un mojito es arriesgado. Lo tiene todo pa cagarte en la leche si no te gusta lo que vas a ver y acabar lanzándote al primer antro que pilles abierto y empujarte tres seguidos (mojitos, digo). Pero si lo que ves es algo como "La copla negra" con Las Chirigóticas, te cagas en la leche pero por no haber ido antes y por no poder ir otra vez (acabaron justo ayer).
¡¡¡Pero qué bien me lo pasé, madre del amor hermoso!!!




Por partes. El texto es tela. Pero tela, tela. Da y reparte por partes iguales a hombres de los de antes (o no tan antes) y a mujeres de las de antes (o no tan antes). Ese hijoputa del Hoze Luí es pa matarlo. Es un pedazo de cabrón, engaña a su mujer y lleva toda la vida haciéndolo. Luego le suelta tres milongas de las de "te pego porque te quiero" y ya está, encima la culpa es de ella por dudar. Explota a tres pobres necesitadas y se ríe del mundo y de la dignidad con sus amigachos. Y ellas... porque la MaliCammen es de las que se lo tragan todo porque "mi marido es que es asín, el pobre, no tiene la culpa". Callan y soportan como han hecho sus madres e hicieron sus abuelas. Eso sí, todos, hombres y mujeres viven de alguna "paguita", de sus trapis y de trincar en negro tó lo que puedan y "eso que me llevo". La historia  de la puta yonki es dura de narices, como lo son todos los personajes que pululan por ese puticlub "de categoría" que es "La Copla Negra". Bajantes que no funcionan y no tragan más que agua. Como nosotros, que nos tragamos ese dramón porque lo hacen las Chirigóticas, lo escribe Antonio Álamo y nos lo envuelven en comedia, que si no...
Brillante texto y brillantes actrices. Texto en el que encima meten críticas ácidas a todo el mogollón de ahora (sobres, deshaucios, recortes, mierda y basura negra) tan bien metido que forma parte indispensable de lo que ves aunque no te des casi ni cuenta. Te meas y te vuelves a mear con Teresa Quintero. Su "Lolo" y sobre todo su "MaliCammen" son antológicos. Si el público se retuerce con cada frase es por algo.
Alejandra López está que te la comes a bocaos como "La Olvido", pero ese Hoze Luí cabrón y asqueroso plagado de matices, de tics, de minigestos, es de premio. Y Ana López Segovia es de otro planeta. Canta que te revuelcas por el suelo de lo bonito que lo hace y cuando se despliega como actriz (y como actor también), estás en medio de una peli de Benito Zambrano. Se transforma y saca un barrio y una verdad que te hacen querer salvar a esa pobre yonki y cortarle los huevos a su torturador (y de paso a su señora). Y encima ha escrito la letra de las canciones que cantan las tres. Deberían sacar un CD o un DVD ya mismo. Quiero tenerlas todas. Esos "Anda y muérete tú" o el himno "Soy bollera" o esa otra de la operación de ciruelo ("arrastrando mi condena")son épicas. ¡Canción española que ni Martirio! De verdad, acojonantes. No puedo parar de soltar elogios a la función que más me ha hecho disfrutar en bastante tiempo.



Y que me perdonen mis familiares gaditanos, pero con estos actrizones, parece talmente que estuvieras en un bareto del Puerto de Santa María, o mejor dicho, en Valdelagrana. Eso es Cádiz, Cádiz, por la gloria de mi madre!!

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