domingo, 19 de mayo de 2013

Kaïros, Sísifos y zombies. Teatro Pradillo.

Oscar Gómez Mata aparece en un vídeo. Empieza a contar cosas entre divertidas y angustiosas. Te ríes, disfrutas, te cae simpático. Quieres que siga. Se acaba el vídeo y sigue. Saca a una supuesta "madre" que acompañará la función bajo su pelucón, flipando con un robot y una pelotita flotante. Se queja de todo pero traga con todo (menos con la empanadilla). Oscar y su gente siguen. A ratos te ríes. A ratos piensas en tus cosas. A ratos bostezas. A ratos te vas y a ratos vuelves.
En esta sucesión de sketches, hay de todo. Hay situaciones divertidas, misteriosas, elocuentes, absurdas, hilarantes y cerradas. Unas funcionaron conmigo, otras no. Lo que no recibí claramente o no logré entender (quizá sea problema mío) es el hilo conductor entre ellas. Y aunque me leí el programa de mano varias veces como si fuera el prospecto de un medicamento buscando los efectos secundarios que la función debía provocar en mí, no los encontré.
Me gustó la escena del "inmigrante" y su desarrollo hasta llegar a mis impuestos (últimos causantes de una determinada explotación). Me gustó el intermedio en el que el público, en silencio, nos mirábamos unos a otros buscando el objeto de nuestro flipe y me gustó de ahí al final, pero no me hizo tampoco demasiada gracia el discurso antigobierno. A ver, estoy de acuerdo con todo lo que se decía, evidentemente, pero decir esas cosas así, a palo seco, como espectador no me mola. Prefiero que me ilustren dramáticamente lo que me quieren contar y ya sacaré yo las conclusiones. En ese sentido prefiero "Recortes" con la inconmensurable Nuria Gallardo o "Los iluminados". Igual que para hablar del amor prefiero "Return" o "Las plantas" con la actriz/medium Estefanía (de los dioses) y de los Santos. Claro que hablo de Pablo Messiez, el genio de la palabra y el sentimiento. Quiero decir, que yo, como espectador prefiero que me sugieran y yo sacar is conclusiones a que me lo den mascado. Y como soy humano y me contradigo, en cambio habría preferido tener un poco más mascado el meollo de lo que en realidad me querían contar con el conjunto de la función. Lo del poner un billete de 20 euros (la mierda de la actriz) y dejar que alguien lo coja sin más... no sé, aún no lo he descifrado.



Eso sí, los actores, impecables. Los dos chicos en bolas con los globos de helio fue descacharrante, y las actrices, efectivas y más que correctas. Aunque Oscar Gómez, no sé si a propósito o sin querer, tiene una cara de cachondo que convierte en cómico todo lo que dice, incluido ese final aplastante.   

lunes, 13 de mayo de 2013

Los animales y los niños tomaron las calles. Cuarta Pared.

Espectáculo precioso, mágico. Te quedas embelesado desde el comienzo y sigues embelesado cuando termina.
La estética, mezcla de cine mudo y expresionismo alemán te engancha automáticamente. La música es apropiada, muy buena, graciosa, dura, y totalmente canallesca. Las tres actrices están milimétricamente en sus papeles. Son versátiles y cada papel que hacen es único. Todo mola. Es preciosísimo todo. Te embruja.



Pero la historia se ve lastrada por ese esteticismo. En teoría presenta un barrio que puede estar en cualquier ciudad, con una gentuza arisca, negra, envenenada. Pueden ser nuestros vecinos y si me apuras, incluso nosotros mismos en algunos momentos. Hay algo de caña. Se sueltan ahí en medio, como si nada, puñaladas con ese retintín británico que tanto me gusta. Pero no dejan de ser puñaladas sueltas. La historia se me queda un poco en un cuento cruel que empieza muy bien, sigue bien, cae en el medio, cae más aún y termina un poco de repente. Yo habría querido más caña, que la historia fuera un poco menos cuento y un poco más adulto. Pero vamos, que soy yo, que me gusta la caña y me gusta que si te pones, te pongas. a mí la magia me funcionó al principio, pero fue decayendo un poco y se me acabó quedando un poco floja, aunque estéticamente es intachable.
Merece la pena verlo, sin duda, y si vuelve esta compañía iré sin duda, pero espero que lo siguiente que traigan esté un poco mejor hilvanado todo, y no tan sacrificado a la estética. 

La Copla Negra. Valle Inclán.

Ir un domingo a las 6 de la tarde y meterte en el teatro en pleno Lavapiés en vez de tirarte en una terracita a tomarte un mojito es arriesgado. Lo tiene todo pa cagarte en la leche si no te gusta lo que vas a ver y acabar lanzándote al primer antro que pilles abierto y empujarte tres seguidos (mojitos, digo). Pero si lo que ves es algo como "La copla negra" con Las Chirigóticas, te cagas en la leche pero por no haber ido antes y por no poder ir otra vez (acabaron justo ayer).
¡¡¡Pero qué bien me lo pasé, madre del amor hermoso!!!




Por partes. El texto es tela. Pero tela, tela. Da y reparte por partes iguales a hombres de los de antes (o no tan antes) y a mujeres de las de antes (o no tan antes). Ese hijoputa del Hoze Luí es pa matarlo. Es un pedazo de cabrón, engaña a su mujer y lleva toda la vida haciéndolo. Luego le suelta tres milongas de las de "te pego porque te quiero" y ya está, encima la culpa es de ella por dudar. Explota a tres pobres necesitadas y se ríe del mundo y de la dignidad con sus amigachos. Y ellas... porque la MaliCammen es de las que se lo tragan todo porque "mi marido es que es asín, el pobre, no tiene la culpa". Callan y soportan como han hecho sus madres e hicieron sus abuelas. Eso sí, todos, hombres y mujeres viven de alguna "paguita", de sus trapis y de trincar en negro tó lo que puedan y "eso que me llevo". La historia  de la puta yonki es dura de narices, como lo son todos los personajes que pululan por ese puticlub "de categoría" que es "La Copla Negra". Bajantes que no funcionan y no tragan más que agua. Como nosotros, que nos tragamos ese dramón porque lo hacen las Chirigóticas, lo escribe Antonio Álamo y nos lo envuelven en comedia, que si no...
Brillante texto y brillantes actrices. Texto en el que encima meten críticas ácidas a todo el mogollón de ahora (sobres, deshaucios, recortes, mierda y basura negra) tan bien metido que forma parte indispensable de lo que ves aunque no te des casi ni cuenta. Te meas y te vuelves a mear con Teresa Quintero. Su "Lolo" y sobre todo su "MaliCammen" son antológicos. Si el público se retuerce con cada frase es por algo.
Alejandra López está que te la comes a bocaos como "La Olvido", pero ese Hoze Luí cabrón y asqueroso plagado de matices, de tics, de minigestos, es de premio. Y Ana López Segovia es de otro planeta. Canta que te revuelcas por el suelo de lo bonito que lo hace y cuando se despliega como actriz (y como actor también), estás en medio de una peli de Benito Zambrano. Se transforma y saca un barrio y una verdad que te hacen querer salvar a esa pobre yonki y cortarle los huevos a su torturador (y de paso a su señora). Y encima ha escrito la letra de las canciones que cantan las tres. Deberían sacar un CD o un DVD ya mismo. Quiero tenerlas todas. Esos "Anda y muérete tú" o el himno "Soy bollera" o esa otra de la operación de ciruelo ("arrastrando mi condena")son épicas. ¡Canción española que ni Martirio! De verdad, acojonantes. No puedo parar de soltar elogios a la función que más me ha hecho disfrutar en bastante tiempo.



Y que me perdonen mis familiares gaditanos, pero con estos actrizones, parece talmente que estuvieras en un bareto del Puerto de Santa María, o mejor dicho, en Valdelagrana. Eso es Cádiz, Cádiz, por la gloria de mi madre!!

domingo, 12 de mayo de 2013

Claudio, tío de Hamlet. El Sol de York.

Visitar una sala nueva siempre es motivo de alegría. En estos momentos, tener el arrojo de invertir pasta en crear un espacio así es de amar la profesión y mientras no demuestren lo contrario, es también motivo de celebración y de apoyo.
El espectáculo tiene cosas muy chulas y otras un poco... cutrecillas o no muy bien resueltas. Hay que tener en cuenta que el espacio limita y que no deja de ser un montaje "menor" en cuanto a medios. Bonito juego de espejos, escenas bien resueltas y ritmo bastante certero. La muerte de Ofelia, por ejemplo, siempre es bella, y en este caso también. Preciosa, con dos elementos pero muy bien empleados. Quizá no terminan de funcionar del todo algunos cambios y los cambios de personaje. Pero en general está todo bien resuelto. Sin tirar cohetes tampoco, simplemente bien. Y funciona.
Los tres actores están muy voluntariosos y eso es de agradecer. Sobre todo si tienes un público de  doce personas. Y no digo ninguna tontería. He visto hace no mucho una función en la que éramos pocos, y los actores torcieron el morro y se dedicaron a pasar texto. De todas formas, con tan poco público es muy jodido que se cree magia. Una lástima. A pesar de su gran trabajo, los tres actores están en registros y resultados dispares.  Eduardo Mayo está muy voluntarioso y lo que hace lo hace bien, pero no me terminó de transmitir todo lo que él quería. Verónica Ronda tiene un registro afectado que no es mi preferido, pero consigue estar mejor como Ofelia que como Gertrudis. Y alguno de sus cambios resultaban confusos. Y Ernesto Arias es evidentemente un gran actor. Pero la sensación que tuve con él era de que "tiraba" demasiado el texto, y a pesar de querer darle naturalidad a su interpretación, lo que consiguió conmigo fue sentir como que todas las escenas eran de transición, y que en la siguiente escena iba a haber un pico. Quiero decir, que parecía que la escena importante iba a ser la siguiente. Y así casi toda la función.  De todas formas, aplaudí con ganas el trabajo de los tres, porque se lo merecían.



Lo que sí que no me convenció fue el texto. Tanto en "Los últimos días de Judas Iscariote" como en "Juicio a una zorra" no se altera la historia. La historia es la que es, todo depende de "quién cuente la historia". En las dos obras, sus protagonistas cuentan su punto de vista de los mismos hechos, que son lso que son. Simplemente ( o no tan simplemente) te cuentan su "relectura" y reinterpretan los hechos. Aquí sí se inventan hechos que ni siquiera son históricos, sino que están basados en un texto teatral. Alterar de esa forma unos hechos "creados" me parece una licencia que valdría si estuviera bien resuelta, pero, por ejemplo (spoiler) el embarazo de Ofelia da un enfoque a la acción que no tiene nada que ver con la historia original.
Vamos, que tocar un texto como "Hamlet" es osado. Y si sale bien, guay, pero si no sale bien, como que no mola. Y la historia que me contaron anoche a mí no me funcionó. No es la de mi Hamlet. 

sábado, 11 de mayo de 2013

Miss Knife chante Olivier Py. La Abadía

Lo primero que me llama la atención es que en un país como Francia, que lo mismo son la vanguardia cultural europea como salen a las calles para protestar por el matrimonio entre personas del mismo sexo (independientemente de su orientación sexual) aparezca un caballero como Olivier Py. Aparte de director de escena tanto de teatro como de Ópera, ha sido director de uno de los más importantes teatros nacionales y ahora director del festival de Avignon, además de tener un curriculum apabullante. Pues un caballero así ha creado el personaje de Miss Knife. Mezcla de travesti, cantante de tugurio, gran dama de la canción, ser patético que canta las miserias del ser humano de hoy, y juglar de la vida dura y de la vida (homo)sexual de estación y callejón. Es como si aquí lo hubiera hecho... no sé, el ministro Wert por ejemplo. ¿Cómo lo llevaríamos los españolitos? Pues me temo que fatal. Pero ahí está él. Culto, cultural, francés, católico y homosexual. Con dos cojones.
Escribe, canta e interpreta canciones que bien podrían ser de Kurt Weil si viviera en nuestros días. Letras deprimentes, situaciones tristes o jocosas, patéticas y atrevidas, personajes acabados o salvajes. Hacer un "tango al suicidio" es de tener mucho valor. Eso es Miss Knife, o Olivier Py. Quizá sean lo mismo, quizá el disfraz no sea un disfraz, quizá Olivier junto a un piano sea Miss Knife o quizá Miss Knife sea Olivier en un despacho. Poco importa si lo que hay en el escenario es un personaje atrevido, simpático, sensual, feote, pícaro, como una diva venida a menos. A ratos parece Gloria Swanson en "El crepúsculo de los dioses". Aparece con un pelucón rubio imposible que le dura dos canciones. Luego tira de pelucón y aparece el Olivier que mola. O la Miss Knife que mola. Son lo mismo. Y poco a poco se quita el maquillaje cabaretero, las pestañonas, y tienes al personaje, se llame como se llame, contando y cantando historias tristes y sórdidas. Y te meas del gusto.
A la salida, dos matrimonios de setenta y pico años comentaban que eso no era en realidad un concierto, que era "teatro cantado", y ellos, los cuatro, estaban felices con lo que habían visto.
Pero aparte de todas estas consideraciones, si te lo tomas como un concierto, que es lo que es, a mi parecer, tuvo sus altibajos. Cuando la canción era algo más... sosa (perdón, no encuentro la palabra), el concierto como que caía un poco.
En cualquier caso, creo que habría que correr a ver a este caballero genial en el amplio sentido de la palabra y disfrutar de una noche canalla, en la que sólo faltó que nos dejaran haber tenido una copita de absenta para haber disfrutado al 100% del talento y la magia de alguien que querrías tener como amig@.  


viernes, 10 de mayo de 2013

Esperando a Godot. Valle Inclán.

A estas alturas del mundo no pienso poner en duda el inmenso valor del texto de Samuel Becket, ni muchísimo menos. Es un auténtico monumento que significó mucho para la historia de la literatura y del teatro. Tampoco voy a intentar explicar quién o lo que para mí es Godot. Hay cientos de estudios de gente especializada y no voy a ser yo el listillo que intente sentar cátedra.  ¿God = Dios y Tod = muerte? Quizá. ¿Godot es el Dios que nos tiene dando vueltas sin saber muy bien por qué pero convencidos de que debemos hacerlo? Puede. ¿Vladimir y Estragón son el hombre moderno que no encuentra sentido a su vida y se mueve y vive por inercia esperando... nosesabequé? Tal vez. ¿Los protagonistas viven vagando y dando vueltas, prácticamente esperando morir? ¿Didi y Gogo "vualven y vuelven" al mismo sitio porque un "dios" que ha muerto les pide que lo hagan a través de un supuesto emisario que ni siquiera saben si es un emisario real o alguien que finge ser un "mesías"? Todo eso está en el texto. O no. En cualquier caso si vas a ver "Esperando a Godot" deberías saber qué te vas a encontrar. Es como si ves "2001, una odisea del espacio" y lo quitas porque te da coraje lo del monolito. Por eso no entiendo que la gente se marche de la función. Y se van. Al menos cuando estuve yo.



Otra cosa es que sea un tostón. Y para mi gusto, lo es. 
No me gustaron algunos actores. Juan Antonio Lumbrearas está pasadísimo y en un tono que para nada conseguía que simpatizase con él. Vladimir no tiene ni puta idea de qué hace ahí, igual que Estragón, pero aquí parece un cachondo mental que está vacilando a su compi. Y ese hablar como de Aragón y esa pluma me ponían de los nervios. Me gustó Juan Antonio Quintana. Físicamente está muy bien, pero el momento en el que "piensa" me pareció montado demasiado a posta para que la gente se meara de la risa. Y hubo alguna risilla, pero pocas como para aguantar los 5 minutos eternos que dura ese "monólogo". Paco Déniz está muy bien en su desmemoria/desazón/vacío/inocencia/simplicidad, etc...
Pero hubo un par de detalles que me sacaron del todo. Uno, cuando en un momento empiezan a discutir atropelladamente Didi y Gogo, y Vladimir empieza a decirle a su compi: "...con lo que te gustan a tí los rabos. Sí, que te he visto comerte unos rabos..." En fin, no sé, hace tiempo que no releo la obra, pero esto no lo recuerdo. Y me da un punto de vista, que unido a los morreos, al intento de calentón hurgando por debajo del abrigo y a algún refrote entre ellos, que no me convence nada. A mí me sugiere algún tipo de relación física que los convierte en seres reales y eso a mi parecer, aleja del simbolismo de la obra. No puede ser tan terrenal. Y otro momento. Lucky desfallece y canta "Daisy bell". A mí al menos me pareció que cantaba "Daisy bell". Juraría que lo cantaba. Estoy seguro de que lo cantaba. Es lo que cantaba HAL 9000 en "2001, una odisea..." cuando lo descontectaban y moría. Eh... no sé, me parece una referencia que me trae al mundo real. ¿Lucky ha visto la peli? ¿La tiene en DVD o la ha bajado de emule? Vamos que me descolocó mucho oír eso.
El segundo y desolador acto no tuvo toda la fuerza y el desasosiego que debería haber tenido. Además me parece un error garrafal unirlo al primero sin ninguna transición, como si la acción siguiera desde el primer acto a este. Al menos un negro en medio. Algo que no sitúe en el tiempo cuándo sucede ese segundo acto. Allá tú y lo que pienses. Ha podido pasar un día, dos, un mes, un año o seis. Es mucho más desolador si ha pasado un tiempo indefinido y ellos siguen ahí, volviendo al mismo árbol, mientras unos se han quedado ciegos, otros no recuerdan si se conocen... el vacío y la inercia absurda tendría mucho más sentido.  
En definitiva, para mi gusto, versión algo fallida tanto por un ritmo que iba y venía como por una dirección escénica un poco errante y una dirección de actores... que no.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Los iluminados. Teatro Español

Hostias, vaya mejunje mental que me pillé anoche. Lo que tenía claro era que me había divertido muchísimo, las dos horas y pico se me habían pasado volando y salía encantado con los actores.
Vamos por partes. El texto mola. Ese grupo de "idealistas" está muy bien definido. Cada uno con sus caractérísticas, vicios, cosas buenas y cosas malas. David te mola y te pone de los nervios a partes iguales. Entiendes sus valores y los compartes, pero también compartes y criticas sus miedos. Tan incongruente como real. Velarde quieres que se calme desde que sale, pero luego le comprendes, te enamoras de él y de sus dudas metafísicas (o no tan metafísicas) y al final es al único al que casi salvas. Amor, la "cerebro" del grupo": todo lo que sale por su boca es cierto, no le puedes poner ni un sólo "pero", aunque cada vez que abre la boca la quieres matar. Es una brasas de tres pares de cojones. Y Amanecer es sencilla, simple, visceral, virgen (en el otro sentido de la palabra) y vive a impulsos según le vienen. No conoce el mal aunque se haya criado en medio de él.
Los actores están sublimes. Jorge Muriel y Marina Cruz están fabulosos. Empiezan bien y van cada vez más hacia arriba. Mónica Dorta es todo un descubrimiento (para mí al menos). Es una especie de Elvira Mínguez adorable. Habla por derecho, tiene una presencia apabullante y un saber estar, escuchar y reaccionar maravillosos. Mariano Estudillo debería ser la próxima estrella joven del panorama, junto con Irene Escolar. Dice y está con una naturalidad que flipas. Y luego Pedro Ángel Roca. Hacer lo que he dicho antes, conseguir que pases de tener ganas de ponerle un esparadrapo en la boca a querer irte a vivir con él para siempre es muuuuy difícil. Y lo hace con la punta. Se lleva la función de calle. Y aunque parezca una chorrada, tirarse media función en bolas no es ninguna tontería. Javier Albalá sin embargo no me gustó nada. No me gustó en aquella "Gaviota" que prefiero no mencionar, pero aquí tiene un registro y se ha llevado el personaje por un sitio que no me gusta nada. Pero cero, vamos. Y lo que dice no está mal. Cuestiona el idealismo de esta familia desde puntos que no son tan ilógicos. Pero quizá por miedo a simpatizar demasiado con él, el personaje malo, el ogro, el hijoputa, han decidido llevarlo por un tono farsesco que a mí me aleja.
Dirección un poco al uso, pero no echo en falta nada más. Está bien montada, medidas las escenas para que duren lo que tiene que durar, con un ritmo de cronómetro. Eso es un trabajo bien hecho.
Y luego pasamos al "mensaje". Esto es lo que me dejó anoche... desorientado. Veamos. El que no lo haya visto que no lea más, spoiler!!!!



Son un grupo de idealistas, cada uno con unos sueños distintos, pero embarcados en un proyecto "guay", que a todos nos parece superchulo y envidiable. Pero... viven donde viven y hacen lo que hacen porque un capitalista se lo permite. Quiero decir que a fin de cuentas ellos viven en casa de un tipo que no les cobra nada a cambio de trabajr en su restaurante sin contrato y sin un sueldo. Ellos lo ven como un sistema de "trueque" pero, ¿por qué no lo podemos ver los demás como una ilegalidad o como que están vendidos a un ricahón? Pues porque si piensas eso pareces un burgués asqueroso. Entonces igual yo lo soy. Pero hasta el hermano pequeño, ajeno a todo esto, es lo primero que les recrimina.
Cuando se les presenta la ocasión de trincar un sobre con mil euros, ninguno duda. Hasta Amanecer se va corriendo al banco a ingresarlos. ¿La pasta es la pasta? 
En otro momento, llegan a presentarse casi como unos "mesías" a los que habría que seguir porque son superguays. Ese momento me hizo pensar en ciertos dictadores "comunistas", y de nuevo,  el hermano pequeño, virgen, ajeno a todo, hace una bromita con "Chávez".
Luego hay algunas referencias a dios, a "la luz", a una determinada búsqueda de cierta trascendencia, al qué hay después de la muerte, a si dios existe... que sigo sin saber colocarlas. Hoy ya he colocado algunos sentimientos, estos otros... ya son demasiados. Y ese final... realmente no sé qué pensar. Si alguien lo tiene claro, por favor, que me escriba, que no me llega la camisa al cuerpo.

Pero en definitiva, hoy me siento fatal, porque creo que he visto algo que, envuelto en rollo guay, 15M, enrollado, cosas, en definitiva que me molan y con las que evidentemente sipatizo, al final, todo eso se desmorona porque la pela es la pela. El dinero manda, o el capricho del capitalista manda, o los sueños idealistas mueren bajo la realidad o bajo una realidad más aplastante.
Desear ser comunista es lógico y coherente, pero intentar serlo hoy en día es absurdo. Eso es lo que me hace sentir fatal hoy, un día después de ver "Los idealistas", digo, "Los iluminados".
Eso sí, el amor es vida, amémonos.    

Ah, si hay algo mal escrito... perdón, pero he escrito del tirón y prefiero no releerlo así que igual se me escapa alguna errata.

lunes, 6 de mayo de 2013

Grupo Corpo. Canal

Ya había visto al Grupo Corpo la temporada anterior, cuando estuvieron en Canal y había flipado. Así que iba entregado. Pero no me esperaba esto.
Desde la primera nota que suena en el escenario hasta la última estuve pegado a la butaca gozzzzzzando como un loco.
La coreografía de Rodrigo Pederneiras es una auténtica maravilla. Esa forma de mezclar elementos casio acrobáticos con el ritmo brasileño, con unos cuerpos sensuales, sexpresivos, vigorosos y vertiginosos... mezclado con la música de Arnaldo Antunes es una cosa de alucinar. Gestos que te transportan a un barrio, exhibición de la capacidad casi atlética de esos bailarines portentosos, delicadeza y suavidad cuanod el momento lo requiere, todo eso, envuelto en una luz magistral y en un sentido del rítmo escénico que te hace sentir hipnotizado.
En "Sem mim" hacen exactamente lo mismo. O mejor dicho, consiguen exactamente el mismo efecto con otros ingredientes más folclóricos a ratos y más académicos en otros momentos. Si tengo que destacar a alguien por encima de los demás (muy poquito por encima, porque todos son excelsos), destacaría a Edson Hayzer, a Uátila Coutinho, a Andressa Corso y a la prodigiosa Janaina Castro. Pero la sensación final, compartida por el público que gritaba sin parar al terminar la función, era de haber asistido a un festival de expresión, ritmo, volputuosidad, sensibilidad, ternura, brutalidad y saborrrrr que te pone los pelos de punta. Por dios, hay que ir a ver a esta compañía cada vez que vengan a Madrid. Y si hay que repetir, se repite.

 
 

miércoles, 1 de mayo de 2013

Mi piedra Rosetta. Cuarta Pared

A pesar de loable esfuerzo que habrá supuesto montar esta función, no tengo nada que destacar. Actores bien, sobre todo Christian Gordo y actrices mal.
Lo único reseñable, una reflexión que hacían. Era algo así como: "para los africanos, el suicidio es cosa de blancos. Cuando están mal, no se dan cuenta de que podrían estar peor. Y cuando finalmente están bien, se dan cuenta de que tampoco estaban tan mal y de que podrían haber estado peor". Tampoco es que sea una reflexión de volverse loco, pero es curiosa. Siempre está bien recordar que todo es relativo, hasta el sufrimiento, y que mientras estemos vivos, podríamos estar peor, asi que... a vivir! 


La Chunga. Español.

Iba con el corazón dividido. Por un lado había leído alguna cosilla ( no muchas, para no ir mediatizado), y estando ahí mis adorados Jorge Calvo y Asier Etxeandía... pero por otro lado me daba miedito lo de Vargas Llosa en teatro. Y mira, chico, salí casi encantado.
No sé si es una especie de "Rashomon" en el que estamos viendo distintas posibilidades de lo que pudo pasar, o si todo pasó en realidad, y si pasó, en qué orden. No sé si es culpa mía o del montaje en sí, pero no me hizo salir con sensación de caos mental del que mola, sino del otro, del de "no sé si me he enterado". Seguramente sea culpa mía.
Bien dirigido, sobre todo la dirección de actores. Sólo hubo una cosa que me chirriaba. Escuchar tantas expresiones peruanas en castellano de Valladolid se me hacía raro. A ver, el texto es así, está claro, y no vamos a ponernos ahora a adaptar la obra al castellano de España, pero oír esas expresiones en un castellano tan puro... se me hacía raro. Ya sé que tiene difícil solución, pero lo comento porque sí. Y esto es por ponerle algún pero, porque el trabajo de los actores es tan brutal, que hace que te olvides de esos detallitos y simplemente goces como una perra.



Voy de menos a más. Aitana lo da todo. Gesto, movimientos, gritos, sufrimientos, acercamientos, seducción, humillación. Todo lo que hace está muy bien. Y está entregadísima. Pero... yo es que no la termino de ver. Si se hubiera hecho hace unos años, yo vería a una Charo López. Al personaje de "La Chunga" lo veo más amargado, más seco, más imponente (una mujer que saca adelante un local así en un sitio así ha tenido que pasar por encima de muchos hombres y situaciones y haberse ganado su respeto). Aitana lo da todo, y lo da bien, pero por ejemplo no le acompaña eso tan importante que es la voz. Pero se entrega a tope y repito, todo lo que hace está bien, así que me descubro ante ella.
Rulo Pardo está bien, aunque le haya tocado el personaje más desagradecido. Tomás Pozzi está inmenso. Hace de todo y todo lo hace bien. Te lo quieres comer. Se lleva la función de calle... si no fuera por lo difícil que se lo pone Jorge Calvo. Actorazo donde los haya. El Peter Ustinov o el Dustin Hoffman español. Está tierno, duro, patético, sensible, acabado... Su "escena" es una auténtica maravilla de matices, de presencia, de dureza. Si aquel momento "Agapimú" de "El inspector" ´fue inolvidable, su escenón en "La Chunga" es antológico. Irene Escolar desde el momento en que aparece en escena es un hada. Esta actriz es cojonuda. Habla por derecho, es bella pa rabiar, tiene una presencia, una sensibilidad, una sabiduría, unos matices y una naturalidad que sólo tienen las grandes. Al loro, si no lo es ya, va a ser uno de los actrizones del país, y si no, al tiempo.
Y Asier. Chico, yo qué sé. Qué voy a decir de este señor que no haya dicho ya. Si lo de "La casa de la portera" es la cara, esto es la cruz. Es sobrehumano hacer ambas cosas y hacer las dos tan bien. Si tengo que ponerle un pero quizá sea, y espero que no se moleste, que en la primera parte parece que tenga algún problema con la voz. Le oigo demasiado rasgado, como si tuviera realmente algún problema en las cuerdas. Aunque a los dos minutos empieza a soltar ese chorro lleno de matices y te meas encima. No he visto a nadie ya no que actúe, sino que se convierta literalmente en el personaje. Asier muta en Josefino. Mira, gesticula, habla, se mueve, salta, se tambalea, y siente como Josefino. Cualquier palabra se queda corta para la mutacion que ves en el escenario. No sé quién es el mejor actor de la historia, ¿Marlon Brando? Pues entonces es el Marlon Brando español.
Si no hay hostias por tenerlo en todos los montajes habidos y por haber, yo me voy del país. Aunque estos gobernantes nuestros me lo están poniendo cada día más a huevo.