jueves, 15 de enero de 2015

Petra. La casa de la portera.

Estefanía Cortés hace una buena adaptación del texto duro y seco de Fassbinder para llevarlo a las habitaciones de "La casa de la portera". La gran historia de amores torturados, de posesiones, de pus, de dominación, de enfermedad, de alcohol, de mujeres amantes, de pasión y de desgarro del genio alemán están en esta versión. Y se mantienen los grandes temas de Fassbinder y de este texto en concreto; la búsqueda de la identidad, la soledad, el dolor, el amor no correspondido, la utilización y el vampirismo emocional, la desesperación. Todo esto está en la propuesta que adapta y dirige Estefanía Cortés. 




Tanto el vestuario como los elementos que utilizan son absolutamente precisos y preciosos. De las mejores cosas que se han visto en "La casa". Estéticamente no tiene pega ni desperdicio. Incluso intuyo algún tipo de referencia oculta o algo así en el uso de la canción principal de "El ángel azul", la peli de Marlene Dietrich en la que un profesor vivía un amor destructivo con la bella Lola-Lola. Algo de eso hay aquí. O mucho. Marlene... Schygulla,  Fassbinder... no sé, yo es que soy muy de referencias ocultas. Igual me lo invento, pero... me gusta hilar detalles a mi bola. Y si acierto, mejor pa mí. 
El principal problema que puede tener este espectáculo sea una ligera falta de ritmo, quizá por el relajo propio de llevar tiempo haciendo la función. Hay algún detalle un poco... extraño, como el hecho de que la protagonista no pare de beber y sin embargo no se note algo en su físico que indique que lleva encima media botella. También es un poco delicado el hecho de que las actrices sean tan jóvenes. Quiero decir, Esther Acebo está fabulosa. Fantástica. Se mueve, domina, se retuerce, se desgarra y llora de forma prodigiosa. Y es guapa que te mueres. No le falta de nada. Sólo edad. Tiene que ser una mujer que ha pasado por mucho, que está de vuelta de mucho, que a sus 38 años prácticamente está agarrándose quizá a su última posibilidad de amar. Y aunque Esther está brutal, algo le falta. Le falta poso. Le falta eso que da la edad y la experiencia. No hay por qué haber vivido eso mismo, pero sí es verdad que la experiencia da otra visión. E insisto en que está maravillosa. Como todas sus compañeras, especialmente Noemí Rodriguez, en ese papel difícil e ingrato.




En definitiva, un espectáculo más que recomendable, con un reparto fabuloso, una puesta en escena estéticamente impecable y dramáticamente muy, muy acertada. Quizá con cierta frialdad en la presencia de alguna actriz, pero todo con un nivelamen más que recomendable. De verdad, no os lo perdáis. Fassbinder, el amor, la angustia y el dolor os lo agradecerán.
    

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