jueves, 5 de junio de 2014

La mujer de negro. Fernán Gómez.

La verdad es que confieso que no esperaba demasiado de esta función, aparte de disfrutar de Emilio Gutiérrez Caba y de Iván Massagué. Y bueno, pues casi ni eso. Emilio Gutiérrez Caba está simplemente resultón e Iván está afectado, algo vacío aunque muy entregado. 
El texto quizá funcionó en otros tiempos. Hoy en día, no deja de ser una "Historia para no dormir" alargada hasta el aburrimiento, previsible, poco sorprendente ni interesante y tópica.



La puesta en escena es sosa y poco imaginativa. La dirección es totalmente plana y al uso. Sí es destacable por cierto el innumerable trajín de efectos sonoros grabados: puertas que se abren y cierran, relinchos de caballos, viento, truenos, todo tipo de cosas que intentan crear más "ambientillo" como de miedo o de algo. Eso sí, a todo meter. Pero que hacía daño a los oídos. No sé si cuentan con que la media de edad del público sea alta o quizá es que ese día el técnico se durmió y se le fue el father a tomar por culo, pero había que taparse los oídos cada vez que intuías que iban a abrir una puerta. Horroroso. Y ya ni te cuento cuando pretendían darte un susto a base de meter pepinazos a un volumen aún más alto. 
No dudo que haya sido un exitazo por tos laos, pero que todo está más que visto, también. 
Todo es una sucesión de tópicos y trucos requetevistos para intentar crear un ambiente de suspense que ni patrás. Y que conste que incluso con este texto pero con un montaje imaginativo y rompedor podría haber sido otra historia.
A ver, mal no está, pero no aporta nada a nada. Previsible, aburrida, estruendosa y plana. Y hombre, que lo que hace Alicia Calot no tiene demasiada enjundia, es verdad, pero que salga a saludar un poco, ¿no?

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