viernes, 15 de febrero de 2013

Yerma. María Guerrero

Miguel Narros está muy mayor. Igual yo también, pero no soporto ver a estas alturas de mi vida una Yerma en plan medio costumbrista medio noséqué. Escenario con un suelo agrietado ( ya ves tú) y con unos elementos gratuitos que van y vienen como si fueran los escaparates del "Un, dos, tres".
Si cuando sale "Victor" tienen que oírse por ahí unas ovejas balando para que sepamos que es pastor... mal vamos. Los actores... en fin... parace que están haciendo un numerito de aquellos de "Martes y trece". No se puede estar peor. Intentando hacerse los graciosos pero resultando cargantes y odiosos. Las cuñadas de Yerma son como "Doña Reme" y te descojonas en cuanto aparecen. Cuando intentan ponerse poéticos y recitar de una forma "sentida" los versos de Lorca...te das cuenta de que debe de ser muy difícil entender a Federico, porque es que ni lo huelen. Todos los actores sin excepción están horrorosos, menos Silvia Marsó. A mí no me gusta esta mujer, lo confieso, pero reconozco que es la que mejor está. En la primera parte parece de Logroño, con unos tonitos cantarines muy raros y con un aspecto de quinceañera pizpireta que no cuela. Pero cuando se pone dramática en la segunda parte... sabe lo que hace. Me descubro ante ella por esa media hora en la que está realmente bien. Aunque luego se le va. Pero creo que es por culpa de Narros, que tras una romería absolutamente vergonzosa, lleva a esta pobre chica por un camino equivocado. Y es que por mucho que haya sido Narros o incluso que lo sea para la escena española... a Federico ni lo huele.

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