sábado, 23 de marzo de 2013

Transición. María Guerrero

Como aquí escribo lo que quiero, pues a días escribo de lo que me apasiona y a días, de lo que no me mola nada. Incluso hay cosas que vemos de las que ni hablo.
Hoy toca una que no me ha gustado casi nada.
La puesta en escena sosa, con una escenografía fea de cojones y que no aporta nada. Incluso a veces estorba. Luces de primero de EGB (de cuando había enseñanza pública... qué tiempos aquellos...). Dirección compartida entre dos señores que no sé muy bien qué querían contar.
La función tiene sus cosas majas. Antonio Valero está bien. Digo bien. Ya está. El resto... pues mira, casi mejor no digo nada por no ofender. Pero a ratos parecía que estaba en Cádiz viendo las chirigotas.
Y lo que es el texto... qué quieres que te diga... tiene sus cosas. Hay un par de escenas como de debate televisivo que son lo más interesante. Suarez y una chica de ahora dan cada uno su visión de cómo se hizo la transición y de por qué se hizo como se hizo. Dando por buenas sus respectivas teorías... me vale. Pero igual habría sido más interesante haber montado la función a partir de esto y haber tirado por ahí. Me parecía un primer ejercicio de improvisación para acercarte a los personajes y poco más. Y los numeritos musicales... inenarrables.
Y luego eso de justificar la corrupción de la clase política diciendo que TODOS defraudamos a Hacienda y somos un poco choris... pues me ofendió. Hay un momento en el que Suarez dice "Yo defraudo a Hacienda. Como todos, ¿a que sí?" mirando al público. Y abajo, risitas. Pues mira, no. Yo no defraudo y soy honrado. Y como yo muchos. Que España es el país de la picaresca y que la gente alardea de lo que consigue engañar, choricear, ahorrarse y demás, es cierto. Pero que la gente se busque la vida para cositas con poca importancia no tiene que ver con lo que roban los bancos, muchos políticos, ciertos ministros, algunos yernos y muchos directivos. Su responsabilidad es otra. Y no admito que desde un teatro me digan que por las altas esferas hay corrupción porque la clase política es un reflejo de la sociedad y la sociedad entera es choriza. Me indignó. Y encima en un teatro. Y encima en un teatro público. Me sonó a que la función la habían escrito desde el gobierno.
Hace poco, en otra función, un personaje decía: "esto es sólo teatro, y el teatro no puede cambiar el mundo". Pues no estoy de acuerdo. El teatro debe cambiar el mundo, el teatro cambia el mundo o al menos debe intentar cambiar el mundo. Y esta función echa la culpa a la gente corriente de los males de los políticos. Y por ahí no paso. ¡Una polla como una olla pa vosotros!

4 comentarios:

  1. Todavía me están temblando las piernas. Cualquiera se atreve a hacer algo que no te guste... Un abrazo.

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  2. Jajaja. Es que como lo escribo casi casi para mí, pongo lo que pienso. Hasta que alguien me denuncie, jeje. De todas formas... más te vale hacer algo que me guste. Por si acaso. (Como tus libros, o tu blog, por ejemplo)

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  3. Completamente de acuerdo con el último párrafo Deivid! Y recuérdame q nunca t pida opinión sobre algunas cosas q me mandan hacer... Jajajaja. Xq son tan densas como el Mar Muerto... Y no quiero q tengas material pa varios post! Jajajaja.
    Xcierto: Cuanto más t conozco... Más te admiro. Otro abrazo

    Alberto H

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  4. Pues ya es un sentimento recíproco. ¿Sabes eso de que cuando conoces a alguien sabes desde el primer momento que sois almas gemelas? Pues eso sentí yo la primera vez que te vi.

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