lunes, 2 de septiembre de 2013

Desclasificados. Bellas Artes.

Hay funciones que sin ser lo más de lo más, sí son tan correctas e interesantes en todo lo que plantean, que deberían ser el "fondo de escenario" de una ciudad como Madrid que incluso aspira a organizar unos Juegos Olímpicos (espero que no caigan aquí, porque no nos lo merecemos).
Pere Riera escribe una trama de intriga político-social bastante correcta, bien escrita, manteniendo la tensión, sin altibajos ni discursos grandilocuentes. Texto bien escrito y trama interesante con sus giros, sus cambios de poder y sus "sorpresas".



Jordi Rebellón es el más flojo de los actores. Aparte de tropezar varias veces con el texto, tenía una actitud que más que marcar un personaje misterioso y aparentemente inactivo, creo que se debía a la falta de recursos para sacar adelante un personaje ciertamente sombrío y con pocos asideros.
Joaquín Climent hace una composición sabia, de actor de toda la vida. Da vida, empaque, naturalidad  y serenidad a un personaje ingrato y que lo tiene todo para caerte mal. Y gracias a él, te cae bien.
Y Alicia Borrachero está fabulosa. Interpreta un personaje contemporáneo, con una mancha personal que la llevará a perder el supuesto control de la situación aunque sin mayor vida interior. Vale, me sirve, ¿por qué no? Siempre que eso lo hagas creíble y bien. Y lo hace creíble y maravillosamente bien. Te pones de su parte cuando ella o el director quiere y te saca de quicio cuando se pone insoportable.
Dirección al uso pero correcta, nada chirría. Eso sí, hay alguna música metida como de peli de terror que para mi gusto, sobra.
En definitiva, que no es el espectáculo del año, pero todo lo que hay está bien. Buen texto, buenos actores, dirección correcta, y ni una sola tos durante toda la función. No hubo "bravos" pero tampoco se veía a nadie enfadado o con cara de sueño. Pues qué más quieres. Misión cumplida.

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