miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capella Ibérica. Auditorio Nacional.

Ya sé que este comentario es de un evento al que ya no vais a poder ir, pero me gustó tanto que lo quiero compartir con vosotros, por si acaso en alguna programación os encontráis con este grupo. Fijo que va a ser así, porque son de una calidad poco habitual y segurísimo que van a actuar en millones de sitios.



Esta formación es nueva aunque la experiencia de sus componentes es brutal. Primeras figuras de la lírica mundial, miembros del Coro Nacional de España, especialistas en música antigua... Creo que pocas veces se encuentra uno con tanto nivelazo en una agrupación que se dedica a algo tan minoritario como la música antigua.
El programa era muy atractivo, la música de la península en los años en los que Portugal formó parte de España. Bajo los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV se produjo la mayor conexión entre los músicos portugueses y españoles de la época. Cada uno aportó lo mejor de su propia escuela y "contagió" a los otros sus propios conocimientos y formas de trabajo.
La primera parte del programa fue preciosa pero la segunda fue realmente brutal . Ocho cantantes, ocho artistas cantando a capella y haciendo que el público del Auditorio acabara totalmente entregado y gritando "bravos". No es para menos.
Manuel Torrado dirige además el grupo y demuestra aparte de sus dotes como intérprete, una deliciosa sensibilidad como director. Alesander Pérez canta que te caes de espaldas de lo bonito que lo hace. Tiene un timbre precioso y una actitud respetuosa y colaboradora. Helia Martínez y Marta Infante ponen sus voces al servicio del grupo con unos timbres preciosos y una delicadeza brillante. Marta luce su poder y su enorme clase y elegancia y resulta deslumbrante. Lore Agustí tiene un torrente de voz, quizá un pelín nasal pero preciosa. Victor Sordo es de esos tenores con una voz prodigiosa ya no en torrente sino en matices y en suavidad y colorido. Ariel Hernández tiene uno de los timbres más bellos que yo he escuchado en un tenor. Y su forma de cantar es de una implicación brutal. Y me queda mi Carmen Solís. Muchos la conoceréis de sobra. Carmen es una veta de diamante en una mina, tiene una de las voces más bellas y portentosas del mundo mundial y una forma de cantar "fácil" que yo flipo. Tira parriba, tira pabajo sube, baja, sube más, baja más, todo con una facilidad y una sencillez que no he visto yo en mucha gente. Canta "fácil" y preciosísimo. Sólo falta que alguien de una jodía vez tenga un poquito de ojo y la lance a los principales teatros del mundo. Ya canta por todas partes y se pegan por ella, pero que la Netrebko y la Damrau se echen a temblar, porque cualquier día de estos, se arma la gorda y la tenemos en los estrenos del MET o de la Scala. Si no, al tiempo. Bueno pues todo ese vozarrón eterno se lo deja guardadito y saca una voz tenue y contenida para no hundir a sus compis, y para hacer lo que tiene que hacer, cantar en grupo, sin egos. Y esto lo digo por todos, todos ellos tienen voces prodigiosas y si quisieran, sus actuaciones podrían ser una lucha de gatas por ver a quién se le oye más. Pero no. Todos están en lo que tienen que estar, en cantar en grupo. Así que, ¿qué más quieres? Vozarrones, personalidades y generosidad. Un grupazo de virtuosos cantando como los ángeles y haciendo cercana y embrujadora esta música tan... digamos, lejana.
Yo no digo más, pero si queréis presumir delante de vuestros amigos de haber visto a este grupo en sus comienzos, ya podéis estar al loro y si veis el nombre "Capella Ibérica", sacad entradas desde ya.

1 comentario:

  1. Desde Zamora y después de escucharlos la tarde-noche de ayer con un repertorio de T.L de Vitoria y de Guerrero en la primera parte y una segunda parte de villancicos castellanos, andaluces, los famosos noche de paz y el waithe cristmas....(que además de escuchar te pedía el cuerpo y la garganta acompañar) suscribo lo dicho en el comentario anterior. Son excepcionales.

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