lunes, 17 de junio de 2013

Masked. Nave 73.

Nave 73 es una sala nueva y en este caso ha sido un gran descubrimiento y una gozada de sitio. Encima me pilla al lado de casa, jeje. Sólo he ido una vez, pero el espacio me encantó. Hay una bar que es un señor bar, una chico en la taquilla muy majo y la sala es un gusto. Al menos para este espectáculo funciona de maravilla. Encima lo que tienen programado no tiene desperdicio. "Masked", "The process: Sonias" que tiene muy buena pinta, "Veso, berdad, atrevimiento" también con una pinta muy buena, y "Destino/Destino" de Casidanza con pinta de ser el éxito de la temporada.
Pero a lo que voy, a Masked.
El texto es muy, pero que muy interesante. Tres hermanos palestinos. Sobre el mayor hay sospechas de ser un chivato colaboracionista de los israelíes. ¿Lo es? ¿No lo es? ¿Tendría justificación si lo fuera? ¿Los palestinos son los buenos? ¿Los palestinos son unos santos? ¿Todo vale en una guerra? ¿La supervivencia justifica todo? ¿Son ciertas las sospechas o sólo se buscan chivos expiatorios? ¡Ah! Para saberlo tendrás que ir a verlo. Y aún así quizá no encuentres las respuestas. No todo es blanco o negro. No todo vale. En ningún bando. Está claro que el 95% del público que vaya a ver "Masked" estará a priori del lado de los palestinos, pero... ¿qué pensaremos a la salida? Y no habla del conflicto como tal. O sí. Habla más de traiciones, de amor de hermano, de confianza, de supervivencia, del horror de una guerra, de cosas mucho más extrapolables y universales. Aunque en este caso, el entorno es un personaje más y hasta cierto punto determinante en lo que pasa.



Escenografía cruda. Una carnicería con "despojos" chorreantes colgando. ¡Toma ya! Desde el segundo uno ya estás inmerso en un ambiente tenso, con moscas, podrido y apestoso. Luces dramáticas muy bien puestas, música chula aunque quizá un poco ilustrativa, dirección vibrante con buen ritmo y sentido del drama. Explotando el texto, la brutalidad que se cuenta y el trabajo de unos actores absolutamente cojonudos. 
Antonio Lafuente está brutal. Enérgico, cruel, duro, aunque quizá por ponerle un pero, diría que a veces le falta tensión corporal. Todo lo que da con la voz y con la energía debería ir más acompañado de expresión corporal. Es un poco como si arrastrara los pies. Pedro Santos está que no se puede estar mejor. Compone un personaje con mil caras con una naturalidad que flipas. Soberbio. Te hace pasar del amor al odio en una frase. Y Álvaro Vázquez está bien. Lo que hace lo hace muy bien, aunque a veces parece que no sabe qué hacer con las manos. Pero vive todo con una intensidad que resulta muy creíble.
Ah, casi se me olvida. Hubo una cosa... así como para sacar faltas. Ya sé que es jodido hablar de nombres a los que no estamos acostumbrados, pero se hicieron la picha un lío varias veces con los nombres de los personajes, y eso, para el público, crea confusión. Cuidadín.

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