jueves, 27 de junio de 2013

Sleep no more. The McKittrick hotel.

Nadie me lo ha pedido pero lo escribo porque quiero, jeje. Y porque igual ahora alguien va a Nueva York. Y si vais, sería una pena que os perdierais este espectáculo.



A ver cómo lo explico. Se supone que está basado en el McBeth de Shakespeare. Y sí, lo que se representa es McBeth. Lo hacen en un antiguo hotel. En todo el edificio. Creo recordar que son cinco plantas con decenas de habitaciones, salones, escaleras, rincones, y hasta una pista de baile tipo teatrito con su anfiteatro y todo. Antes de entrar te dan un naipe. Pasas al bar. Ya está el ambiente creado. Bar tipo años 20, con una churri cantando. Ya te descoloca. Van llamando por cartas. "Ahora van a pasar los ases". Entonces te separas de tus colegas y empieza la aventura. Tienes que ponerte una máscara que está prohibido quitarte. Si te la quitas, te echan. Prohibido hablar también. Vives la experiencia tú solo. Los actores son los únicos que van sin máscara. Entras en un ascensor y van soltando a la gente en distintas plantas y en pequeños grupos. Es prácticamente imposible estar con ninguno de tus acompañantes. Mejor. Hay miles de habitaciones absolutamente ambientadas con cientos de millones de detalles. Puedes ir a donde quieras y tocar lo que te de la gana. Puedes abrir cajones, tocar todo lo que te encuentres y seguir a cualquier actor con el que te topes. También es verdad que puede que no te cruces con ninguno. Hay de todo, habitaciones de hotel, salas de hospital, cementerios, mil sitios que puedes cotillear. Y por ahí pululan los personajes de McBeth. Todos. Cada uno está haciendo su vida. Están a lo suyo hasta que les toca su escena, entonces se dirigen a la habitación en la que se desarrolla su escena, la hacen y luego siguen. Vamos, que puedes ver al soldado 14, pero puedes ver lo que hace antes y lo que hace después de la escena que escribió Shakespeare. Encima hay ciertas interacciones con algunos de esos personajes que si te pillan a ti, te meas por las patas. Lo que siempre hemos querido. Saber qué hace cada personaje antes y después de su escena. Todo está tan medido que los actores vienen cada uno de donde venga y se juntan donde deben para hacer sus escenas. Pero puedes seguir a Lady McBeth si quieres para ver qué hace cuando no está en escena. Representan McBeth 3 veces. Tres bucles. Así puedes seguir cada vez al personaje que más te apetezca y ver cada una de esas tres veces lo que hace y cómo llega a escena. Eso sí, tienes que ir dispuesto a correr, subir y bajar escaleras, y estar espabilado.
Nosotros fuimos cuatro amigos. Dos fueron siempre juntos pero se liaron cotilleando las habitaciones y no vieron McBeth, sólo un aquelarre y no pudieron ubicarlo mucho. Pero fliparon. El tercero fue un poco a la caza. Vio alguna escena pero también cotilleó espacios. Y yo tuve la potra de cruzarme nada más entrar con McBeth y le seguí parriba y pabajo y me vi la obra entera los tres pases. Miento, me faltaron un par de escenas.  Pero nos gustó tantísimo que repetimos al día siguiente, jeje. Y entonces todo fue perfecto. Nada más entrar buscamos a McBeth y le seguimos de principio a fin. Total que en la primera vuelta ya habíamos visto la obra entera. Los otros dos pases, yo me dediqué a repetir escenas que me habían gustado y a cotillear habitaciones.
Ah, el espectáculo es de danza. No dicen ni una palabra ( al menos inteligible). Y juro por Leontyne Price que si vuelvo a Nueva York, iré otra vez. Y claro, yo que soy de fiebres, llevo más de un año tarareando "Is that all there is?" de Peggy Lee... y no puedo parar.    

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