sábado, 22 de junio de 2013

Serena Apocalipsis. Valle Inclán.

En "Escritos en la escena" toman como punto de partida un texto preseleccionado y sobre la marcha, con un director y unos actores elegidos, se va reescribiendo el texto. Esto puede estar bien si el texto de partida mola y tanto los actores como el director consiguen sacar cosas interesantes.



El punto de partida de "Serena Apocalipsis" es interesante, pero para mi gusto, se acaba quedando en un planteamiento potente que se diluye poco a poco. La situación está chula, aunque un tanto inverosímil (¿nadie se ha planteado después de tantos años que los jabalídogs no existen?). Pero no se explota lo que para mi gusto habría sido más interesante. Ver el ascenso y caída de Amanda, la líder enfermiza que podría haber pasado de dominar el cotarro a ser la gran manipuladora de sus propios miedos. Ahí se me queda flojillo el texto. Luego hay algunos personajes interesantes, como Gallego, o Santos que quedan reducidos a atisbos de una personalidad que debería haber estado más y mejor desarrollada. Los "juegos" de recordar dejan a Santos como un chorras y sólo nos lo muestran ligando con su mujer. El personaje se queda bastante vacío. Y Gallego, que podía haber tenido más vueltas, también languidece. De Amanda no sabemos mucho, sólo vemos que es una mujer acojonada, que lo único que hace es manipular a los demás para que la protejan y tapen sus miedos. Manipuladora nata que podría haber estado más desarrollada. Y el personaje de Alfredo, el "ajeno" que pierde a su hija se queda también a medio gas. Está bien dirigida, sin grandes florituras, pero todo lo que vemos es justo, medido y coherente.  Los actores... un tanto desiguales. Elena González... igual que en Enrique VIII. Su Catalina de Aragón para mi gusto era lo mejor de la función, sobre todo cuando se desmelenaba y empezaba a gritar. Aquí igual. Está bien cuando grita, pero en los registros íntimos flojea, para mi gusto deja de ser creíble. Alberto Iglesias es sin duda el mejor actor sobre el escenario aunque quizá tienda un poco al estereotipo, pero su monólogo es fabuloso. Las niñas... una buena y la otra mala, muy mala. Ah, y no entiendo que Goodnews hable con tantísimo acento si quien llegó a España en patera fue su padre, no él, y él es ingeniero y ha viajado por el mundo. Supongo que si nació, se crió y estudió aquí, no debería tener acento, ¿no?
Buena propuesta que al final se queda más en buenas intenciones que en un resultado tan brutal como debería. El público empezó cálido y poco a poco se fue enfriando, no sólo yo. Por algo será.

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